martes, 20 de octubre de 2015

El drama del progreso

Lo que podéis leer a continuación es un fragmento de un ensayo que estoy realizando para un trabajo de la universidad sobre la tendencia claramente hedonista de la sociedad y cómo importa más los bienes que se poseen a lo que una persona vale por lo que es. Espero que os guste o me digáis que os parece.

"A raíz de la aparición y posterior desarrollo de la Revolución Industrial el mundo occidental comenzó a progresar y algunos países se volvieron prácticamente imparables a nivel económico pero si la humanidad pudiera medirse en una escala estaríamos casi a ras de suelo. Las personas dejaron de ser personas e incluso seres vivos para ser máquinas de distintos tipos: máquina de trabajo o producción, para que su capataz o el dueño de la fábrica pudiera enriquecerse a mayor velocidad; máquinas que explotar, ya que en ningún podían quejarse porque estaban constantemente en peligro de perder su puesto de trabajo, por lo que eran los perfectos subordinados; y más adelante con la primera y la segunda Guerra Mundial se observa claramente como los gobiernos usan a sus ciudadanos cómo máquinas de guerra; las mujeres y los niños irán a fabricar armas que sus familiares cargarán en el campo de batalla para “eliminar” a sus semejantes por motivos que realmente desconoce. Todo ello son simples ejemplos de cómo la gran revolución de la que toda Europa y los Estados Unidos están tan orgullosos no fue a niveles sociales más que el interruptor que cambió la corriente de la dirección medianamente humanista que se intentaba tener antes de ella al pensamiento materialista y hedonista que se tiene desde entonces y del que se hablará más adelante.
Por otro lado, si la analizamos desde el punto de vista de la población más humilde podría considerarse que fue una época de un inmenso vacío y frustración. Estas personas que estaban acostumbrados a una vida precaria en las que cubrir necesidades básicas tales como comer cada día era un reto que no siempre conseguían por lo que verse de pronto envueltos en una sociedad en la que la producción ilimitada comenzaba a hacerse realidad dio alas a las familias que comenzaban a mejorar económicamente a comprar más, a ser y dejarse manipular para ser las primeras víctimas de un consumismo enfermizo que nunca traía una alegría real a la persona que lo sufría mientras que las personas más humildes trabajaban más para que las clases altas pudieran confundir la satisfacción nunca completa con la felicidad. Si esto era así, ¿qué tuvo de positivo tal fascinante revolución? No se puede afirmar que no tuviera nada bueno pues fue un paso gigantesco hacia el progreso pero si con esto la brecha entre ricos y pobre aumentó y la población se fue deshumanizando poco a poco hasta los niveles que tenemos hoy en día puede considerarse que quizás no fue lo mejor;  si se permite usar un símil que pueda describir la concepción del mundo que comenzó a gestarse a partir de aquel momento sería que el mejor camino hacia la fama es el que menos tiempo tarda en recorrerse o el que posee un peaje más caro."

Sonríe.

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