domingo, 4 de octubre de 2015

Cuestión de minutos

¡Buenas! Estoy aquí tras este parón veraniego (un verano muy largo, lo sé) Me he hecho de rogar pero os aseguro que ha sido muy productivo
¿Sabéis qué? Estoy escribiendo una historia pero esta vez de verdad, me gustaría mandarla a las editoriales para probar suerte. Estoy intentando que sea de temática social, con rasgos característicos de todas las que he escrito hasta ahora, pero con un formato totalmente nuevo y espero que también más maduro. Os podría enseñar los primeros capítulos e incluso la portada si me lo pidierais en la encuesta del margen derecho o si me lo decís por comentarios, vosotros decidís.
En fin, al grano. Lo que vais a leer a continuación en una reflexión personal mía, como todo lo que hay en este blog. Estas cosas se van aprendiendo y comprendiendo con el tiempo así que a ello se debe el titulo de este post:

"Si algo estoy aprendiendo es que por muchos nuevos ricos que haya al final son los pobres de siempre lo que van a estar ahí para lo que necesites; que el Estado patriarcal está ardiendo en el fuego en el que se queman los patriarcas; que los  salvadores sólo son hipócritas con capa roja que no darían nada por ti mientras que los que no llegan a fin de mes ofrecen todo lo que tienen. Me está dando la esperanza que se necesita para poder confiar en que si siete personas te amargan la vida habrá ocho que se la dejen para hacerte sonreír."

PD: también es el título de la novela de la que os he hablado antes. Dependiendo de lo que decidáis cambiare el diseño de una manera u otra.

Espero que la hayas disfrutado. 
Sonríe.

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