, que significa separar, poner aparte.
que indica la separación.” (Vincent, G. 1991:161)
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Fuente: FELGTB (2012) |
La adolescencia es cuando se
suelen, por norma general, descubrir las tendencias sexuales de uno mismo y
también coincide con una época en la que el bullying también es alto. Así pues
los 14, 12 y 15 años respectivamente son los periodos más complicados pero
también cabe destacar la alarmante cifra de las 6’43% personas que en este
informe contestaron que comenzaron a ser objeto de acoso con tan sólo 10 años.
Antes de esos años no se suele prestar demasiada atención y a partir de los 17
se presupone cierta madurez en los jóvenes, los cuales ya deberían haber pasado
la época de acoso hacia los demás.
En relación con lo anterior se
pueden encontrar varios tipos de homofobia (Soriano, M.A, 2012:24)
Homofobia cognitiva: se relaciona
con las ideas peyorativas que una parte de la sociedad tiene contra este
colectivo.
Homofobia afectiva: ligada a la
aversión que les produce la idea de entrar en contacto con una persona
homosexual.
Homofobia conductual:
comportamientos y actitudes de rechazo hacia las mismas.
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Fuente: FELGTB (2012) |
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Fuente: FELGTB (2012) |
Más de la mitad
de las personas que contestaron afirman que sufren estas conductas homófobas de
vez en cuando mientras que un treinta por cien lo hace frecuentemente y un
veinte de manera reiterada, día tras día, lo que puede provocar un desgaste
mental de la persona y llegar a ser propensa a la depresión, abandono escolar e
incluso al suicidio, más aún si estas conductas se han prolongado durante más
de un año como le ha pasado a casi tres cuartos de los encuestados. Estas
conductas violentas y vejatorias son las que hay que combatir desde el ámbito
escolar porque de otra manera pueden ocasionar problemas a corto, medio y largo
plazo.
Historia
Durante el siglo XIX se vio al
hombre homosexual como aquel que poseía todo lo malo de la mujer, como alguien
sucio al que le atribuyeron el descriptivo de “pederasta” y que, según la gente
de la época, poseía unos rasgos morfológicos que los delataban. La homosexualidad
era tratada como una nueva especie que la medicina debía encargarse de
desenmascarar. (Perrot, M; 1987:228)
Durante el siglo XX la iglesia lo
calificaba de perversión y hasta hace no mucho era considerada una enfermedad
que no tenía cura; algunos homosexuales fueron internados de por vida, otros
fueron lobotomizados y otro simplemente fusilados por su condición sexual (uno
de los ejemplos más claros fue Federico García Lorca, pero él solo es la
representación de miles de personas que pasaron por la misma situación que uno
de los poetas más brillantes que este país ha dado). Los totalitarismos, sin
importar de qué parte del ala política fueran, eliminaron cualquier barrera que
tanto las familias como los individuos fueron levantando entre la vida privada
y la pública.
El término de la mujer lesbiana
apareció más tarde. Éstas fueron menos castigadas porque les resultaba más
fácil esconder su atracción hacia el sexo femenino y en algunos casos contaban
con la ayuda de los hombres para esconderlo, ya que en aquella época si esa
información se extendía, aunque fuese un rumor, podía acarrear la muerte de la
persona.
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Fuente:
Ministerio del Interior (2015)
|
Volviendo a la actualidad, la
homosexualidad no está tan mal visto como antes, en general, hay jóvenes y cada
vez más adultos que lo ven como algo normal pero parece que esta situación no
termina de asentarse. Tal y como cuentan periódicos como El País o El
Confidencial (2016) la violencia contra
gays, lesbianas, bisexuales y transexuales está repuntando y la media es de un incidente
cada dos días en Madrid, lo cual es escandaloso a la vez que preocupante. La
Voz de Galicia publicó un noticia hace una semana en la que explicaba que hubo
seis agresiones en siete días. En lo que va de año se han registrado 62 delitos
de odio contra esta comunidad.
Según los datos del
Ministerio del Interior el 2015 se saldó con un total de 190 agresiones por
identidad u orientación sexual (115 hombres y 75 mujeres)
Las comunidades en las que más
delitos de odio por este motivo son Cataluña y País Vasco seguidos de Valencia,
Madrid y Andalucía.
Si se desglosa esta información
por ciudades se ve que Barcelona tiene 41 incidentes y de lejos le siguen
Madrid, Valencia y Bizkaia.
Tras todo lo se ha observado y
contado en este trabajo está claro que si existen conductas claramente
discriminatorias por la orientación sexual y se puede decir que lejos de
disminuir los delitos de odio hacia estas personas están aumentando,
desgraciadamente. Por ello es preciso una mayor visibilización de las mismas.
En el apartado siguiente se habla de un caso particular de referentes con la
esperanza de que pronto tanto heterosexuales y homosexuales participen
activamente y unidos para reivindicar los derechos que les pertenecen.
Referentes
Contar con
referentes, es decir, saber de la trayectoria de personas con una diversidad
afectiva sexual (…) ayudará a comprendernos mejor y por tanto reforzará nuestra
Autoestima (…) Posiblemente para algunas y algunos resulten referentes más
valiosos ciertos personajes homosexuales que aparecen en las series televisivas
(Soriano, 2012 pp 53-54)
Es por todo esto por lo que se
necesitan (y demandan) referentes en los mundos de la televisión, el cine y la
música. Recientemente muchas personas públicas están hablando sobre su
verdadera sexualidad. Bajo mi punto de vista, si esta tendencia continuase
podría ayudar a eliminar la estigmatización continua que sufren estas personas.
Por ello voy a hablar de uno de los casos más recientes y que más ha enfurecido
al colectivo en las redes ya que se ha visto como un insulto hacia ellos,
afirmando incluso que solo usan a los personajes homosexuales en las series o
el cine para ganar audiencia y dinero pero que realmente no son importantes
para la trama, que son un reclamo para que estos se sientan identificados pero
no para luchar por sus derechos. El caso del que hablo es que se ha dado en la
serie estadounidense The 100 (Los 100). Sin entrar mucho en detalles, la serie
cuenta la historia de cien chicos que son mandados a la Tierra tras tener que
abandonarla por una catástrofe nuclear hace 97 años. La primera temporada es un
reflejo de las luchas de poder y se retrata a líderes carismáticos e ineptos
(lo cual nos puede recordar a algunos periodos de los siglos más recientes de
nuestra historia). En la mitad de la segunda aparece un personaje, Lexa, que se
declara lesbiana abiertamente y que se enamora de Clarke, la líder de toda la
gente que bajó del cielo, la cual es bisexual (es una de los primeros
personajes bisexuales en un show televisivo). Esta pareja, que realmente nunca
llegó a serlo, ha sido la luz que algunos veían al final del túnel y dio la
esperanza de que las cosas podían llegar a cambiar para ellos. Pero a mitad de
la tercera Lexa es asesinada, desatando el odio y la ira de las/los fans que se
sentían traicionadas/os. Han hecho boicots contra la cadena CW que lo emite,
han incendiado las redes sociales con mensajes de protesta y disconformidad e
incluso están tratando de hundir la serie para demostrar que se sienten muy
ofendidos y cansados de que todo el mundo juegue con ellos sin que los
defiendan de verdad, ya que el propio director de la serie prometió que este
colectivo estaría bien representado. Estos últimos meses ha sido muy sonada la
frase “LGTB Fans Deserved Better” (Los fans LGTB merecen algo mejor), en
alusión a una de las escenas más famosas de la serie.
Este suceso ha tenido tanto
impacto que desde ese mismo día y durante dos semanas se llegaron a donar más
de 50.000 dólares en nombre de este personaje al Proyecto Trevor, ellos mismos
se definen así: “Fundado en 1989 por los creadores de TREVOR, un corto ganador
de un premio de la Academia. El Proyecto Trevor es una organización nacional
[de Estados Unidos] que ofrece una intervención ante crisis y un servicio de
prevención de suicidios a lesbianas, gays, bisexuales y transexuales además de
resolver dudas para personas de entre 13-24 años”.
Las actrices de Lexa (Alycia
Debman-Carey) y de Clarke (Eliza Jane Taylor-Cotter) se han convertido en un
gran referente de esta comunidad y se han mostrado a favor de una mayor
visibilización de la misma en numerosas ocasiones, dejando claro que no están
de acuerdo con la manera tan insensible que se ha tratado un tema tan delicado.
También considero que es
importante que personas heterosexuales defiendan esta causa porque su voz llega
a muchas personas que incluso son homofobas y que pueden mitigar o cambiar ese
punto de vista.
“No creo que nadie en la serie se
esperara una reacción social tan fuerte. Creo que cualquier atención que
podamos canalizar a un movimiento como este es algo maravilloso y es un gran
objetivo para intentar alcanzar y seguir trabajando” (Debnam-Carey, 2016)
Conclusión
En definitiva, tras la
realización de este trabajo he comprendido que aunque se ha avanzado mucho y
muy rápido queda mucho camino por recorrer para la consecución de una igualdad
real. Es cierto que se han conseguido muchos derechos, que por otra parte no
entiendo por qué los deben adquirir si ya les pertenecen legítimamente.
Con estos datos y reflexiones
pretendo hacer ver que cualquiera debería poder ir de la mano de su pareja por
la calle sin miedo pero que en la realidad esto dista mucho de ser cierto y es
incomprensible que en el siglo XXI, el supuesto siglo del progreso, siga
habiendo mentalidades tan arcaicas.
Bibliografía
Ariès, P; Duby, G (1989) Historia
de la vida privada (9) La vida privada en el siglo XX. Madrid: Taurus.
Ariès, P; Duby, G (1989) Historia
de la vida privada (8) Sociedad burguesa: aspectos concretos de la vida
privada. Madrid: Taurus.
Ariès, P; Duby, G (2001) Historia
de la vida privada (5) De la Primera Guerra Mundial hasta nuestros días. Madrid:
Taurus.
Vincent, G (2001) ¿Una historia del secreto? Ariès, P; Duby.
Historia de la vida privada (5) De la
Primera Guerra Mundial hasta nuestros días (pp. 135-354) Madrid: Taurus.
Soriano, M.A (2012) La
juventud homosexual. Barcelona-Madrid: Egales Editorial.
Webgrafía