jueves, 5 de abril de 2012

DESTINO - CAP.4

La luz del nuevo día la despertó de forma cálida y agradable. Pese a dormirse tarde se encontraba descansada y preparada para el nuevo día. Se lavó rápidamente,  se vistió con lo primero que cogió del armario, bajó a desayunar y salió por la puerta antes que la mañana anterior, pues no quería llegar tarde. Tenía la certeza de que todo esto se convertiría en una costumbre monótona. Resignada se puso los cascos y caminó.

Al llegar a clase se dio cuenta de que aún era pronto así que se sentó en la mesa a y vio como la gente iba llegando, unos contentos, otros dormidos pero todos algo entusiasmados de tener nuevos compañeros y, en cierto modo, nueva vida. No había ausencias notables en la clase salvo una, Alex no estaba, y sin saber porque Cris sintió una sensación rara, como de vacío. Pensó que al tener ni a Oliver ni a ella en clase estaba sola pues aún no conocía a nadie. Así pasó la primera hora. Y la segunda. Y la tercera. A la hora del recreo se encontró a Oliver esperándole en la puerta con una rosa blanca y durante un momento la cara de Cris adquirió el mismo color que la flor.

 -Pe...Pero... ¿Esto es para mí?

-Muy observadora pequeña. Te he echado de menos.-Y acto seguido le besó la mejilla para sorpresa de ella.

-Yo también te he echado de menos desde el momento en que te alejabas por el pasillo. Y muchas gracias por la rosa.

-Es que pasé por una floristería y al verla me acordé de ti. Aunque no es tan preciosa como tú, claro está.

-Oliver déjalo ya o un tomate parecerá pálido a mi lado.

-Está bien, está bien, pero con una condición.

-Tú y tus condiciones…-dijo riendo.-Haber dime.

-El día que aceptes una condición mía sin saber antes cual es me harás muy feliz ¿sabes?

-Pero que tonto que eres

-Pues bien que te gusta.-la sonrisa de Oliver era espectacular.-Creo que acabo de conseguir lo del tomate.-y no pudo evitar soltar una carcajada al ver que Cris estaba cada vez más y más roja.-

-De acuerdo… ¿Tú no me tenías que decir la condición?

-Ah sí, claro. Pasa conmigo el recreo.

-Me encantará.

-¿En serio? Pues creo que tengo una buena noticia para ti, o mala, según se mire. Las dos horas siguientes me toca contigo en tu clase.

-Es una pésima noticia sin duda. No sé si podré aguantarlo.- La sonrisa de ambos era casi inmejorable y muy sincera.-

-Vaya pues es una pena porque te iba a pedir sentarme contigo pero claro, si va a ser tan malo pues…

-Me sentaré contigo pero que conste que es solo porque me das pena, las demás chicas de mi clase son un poco raritas.

-Si con “raritas” te refieres a que me tirarían los tejos en cuanto tuvieran oportunidad pues sí, lo son.

-¿Tú no tienes abuela o qué?

-Sí pero las veo poco.

-Deberíamos ir pasando a clase pero es que no tengo ganas de empezar mi castigo sentándome contigo.-Dijo Cris cruzándose dramáticamente de brazos y poniendo morritos como una niña de seis años.-

Oliver como respuesta le cogió del brazo y la volteó quedando a escasos centímetros de su boca. La respiración de Cris se aceleró y su pulso aumentó hasta niveles frenéticos. Su vista iba de sus ojos a sus labios. Le quitó la mano de la cadera y al hacerlo se dio cuenta de que no había notado que la tenía ahí. Solo sentía su cálido aliento, su cuerpo cerca del suyo. Cris consiguió alejarse con bastante esfuerzo y con aún más fuerza de voluntad. Ellos no veían nada más que el uno al otro, pero a ellos sí que les veían los demás. Sí que les vio Alex. Les adelantó sin decir nada y se fue a clase. Cuando llegaron se sentaron y Cris, al ir a colocar la sudadera en la silla, se percató de que detrás de ella estaba la otra muchacha.

-¿Cuándo has venido?-Le preguntó.-

-He pasado por delante de vosotros. Pero ya veo que no os habéis dado cuenta.

Ese día Alex vestía un pantalón pirata, el cual le llegaba por la rodilla, de color negro y con cordones que le caían desde el final de éste por la pierna, una camiseta de manga corta morada y algo ceñida y unas deportivas. Su estilo era informal pero muy cuidado. No podía dudar de que le gustaba su estilo, aunque nunca se lo diría personalmente, tenía su propio orgullo.

-Perdona, no te he visto.

-No importa, se os veía ocupados ¿O debería decir embelesados?

-¿Por qué no has venido hasta ahora? ¿Has estado escaqueándote de clases?

-Eso solo le interesa a los profesores, y están todos debidamente informados de ello.

-No deberías hablarle así, sólo se preocupa por ti.-Intervino Oliver.-

-Lo que yo decía, todo un aparente principito verde al principio. Intentando salvar a tu futura dama ¿eh? Pues buena suerte.

-¿Es que contigo no se puede hablar o qué?- Dijo Cris con aparente irritación.-

-Sabes de sobra que no así que pasa ya de intentarlo.- Al contrario que Cris la calma de Alex era impoluta.

-Haber el corrillo aquel, u os calláis o impartís vosotros la clase.-Dijo algo enfadado el profesor.

-Lo sentimos señor, ya nos callamos.-Volvió a intervenir Oliver.-

-¡Cómo no! Oliver el protector.-Susurró Alex para sí misma.-

Las clases se le pasaron volando a Cris por el simple hecho de que tenía a Oliver al lado. A última, aunque no le tocaba con él, también se pasó rápido porque no dejaba de pensar en el tiempo que había pasado con él y apenas se enteró de la clase, pero sí de las miradas que le lanzaba Alex furtivamente que expresaban tanto ira como odio y una mezcla extraña de sensaciones y sentimientos que no fue capaz de interpretar.

A la salida se quedó unos minutos esperando a Oliver, pues había quedado con él. Mientras, vio que Ashley también estaba allí, supuso que esperando a Alex. Ashley era una chica algo más alta que ella, al igual que Alex vestía pantalones anchos pero largos, tenía los ojos negros como el carbón, al igual que su pelo el cual era muy largo y parecía perfectamente cuidado. En lugar de usar una mochila llevaba una bandolera negra con dibujos rojos, reconoció uno de ellos, pues era el mismo símbolo que un día antes se le había caído al suelo y era la causa de que se hubieran conocido. Al observarla notó que empezó a sonreír nada más ver a Alex, se puso, nerviosa y miró alrededor para asegurarse de que nadie estaba pendiente de ella. Cuando la chica se acercó a ella la saludo con un gesto con la mano y una sonrisa y antes de darse cuenta, Ashley se abalanzó sobre ella y la besó. Alex se quedó petrificada al ver lo que acababa de pasar entre ella y su “amiga”.

CONTINUARÁ…

Fdo: GOAT

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