viernes, 11 de mayo de 2012

DESTINO - CAP.9

Alex se despertó la primera. A juzgar por la escasa luz que entraba por la ventana debía de estar anocheciendo y pensó que tenía que irse a casa, pero cuando ladeó la cabeza estuvo a punto de darse con la de Cris, la cual estaba dormida y con un brazo rodeando la tripa de Alex, pensó que sería alguna costumbre o algo involuntario y no le dio demasiada importancia. Se incorporó lentamente para no despertarla hasta apoyar la espalda en el cabecero de la cama sin separarse demasiado de ella, Cris se removió y se abrazó a ella completamente. Alex se quedó mirándola durante un largo rato aunque a ella le pareció un suspiro. Se sentía relajada, una paz le invadía todo el cuerpo y por primera vez aquel día se sentía bien, realmente bien. Cuando Cris estuvo despierta y lo suficientemente espabilada como para darse cuenta de aquella situación se sonrojo un poco, aunque al mirar a Alex a los ojos el rubor de sus mejillas aumentó considerablemente. Cris carraspeó y dijo:

-Se está haciendo tarde y está anocheciendo, creo que deberías irte o tendrás más problemas con tus padres.

-Vaya, que decepción. Primero te pegas a mí como una lapa mientras duermes y ahora intentas echarme, a ti no hay quien te entienda.

-No es eso pero es que podría pasarte algo.

-No te preocupes, no me pasará nada.

-Más te vale…

Unos golpecitos en la puerta hicieron que las chicas se callasen y prestaran atención a la figura que se encontraba frente a ellas. Era la madre de Cris.

-Perdonar que interrumpa pero antes vi que estabais dormidas y no quise despertaros. Ambas se sonrojaron levemente al imaginar como de juntas estarían mientras dormían.

-Gracias mamá, muy considerada.

-No hay de qué hija, ya lo sabes. Por cierto, ¿Tú debes de ser Alex no? Cris nos ha hablado mucho de ti.

-Espero que bien.

-No lo dudes, por alguna razón que aún desconozco sólo tiene palabras buenas hacia ti.

-Mamá…

-No me regañes hija, es la verdad.

-Tranquila Cris, sabes que no soy de las que se ríen de esas cosas.

-No claro…-Dijo irónicamente Cris.-

-Oye Alex, si quieres puedes quedarte a cenar, hay comida de sobra y nosotros estaremos encantados de conocerte por fin.

-No puede. Tenemos muchos exámenes esta semana y hay que hacer mucha tarea y…

-Vaya hija, que raro. Yo juraría que ayer me dijiste que puesto que es el principio de curso no tendríais exámenes en al menos dos semanas…

-Y yo ya he acabado toda la tarea.

-Estupendo, en ese caso no se hable más. Dame el número de teléfono de tu madre y se lo comunicó personalmente.

Cris puso los ojos en blanco.-Mamá no tienes que hablar con el presidente ni anunciar ningún enlace matrimonial ni nada.

-De momento.-Rió la madre.-

-¿Qué has querido decir con eso?

-Nada hija, era una broma. ¡Qué poco sentido del humor tienes hoy!

-Me cae bien tu madre Cris, ella por lo menos es simpática.-Alex y la madre de Cris rieron.- ¿Entonces podría  llamar usted a mi madre?

-Sólo si no me tratas de usted, me hace parecer mayor.

-Mamá eres mayor.

-Y tu una asquerosa, no te digo.-Dijo sonriendo su madre.-

-Ignórela, está usted fabulosa señora…

-¡Uy! ¡Qué descuido por mi parte! Me llamo Carmen, un placer conocerte. Bueno, vamos a llamar a tu madre y mientras me cuentas algunas cosas sobre ti.

Cris se tumbó en la cama y apoyó la cara sobre la almohada. No sabía cómo debía sentirse, si triste por los problemas de Alex, feliz porque se quedara a cenar o avergonzada por ello. Lo que sí sabía era que la noche sería larga y conociendo a su madre quien sabe si no haría algunas de las suyas. Llegó a la conclusión de que como siguiera pensándolo se iba a poner enferma por lo que decidió darse un baño y relajarse un poco.

Cuando salió del baño llevaba puesto un albornoz (el cual se le desabrochaba y abría al menor descuido) y una toalla sobre los hombros. Se secó el  pelo relativamente rápido, se puso sus vaqueros favoritos aunque un poco gastados junto con una camiseta, la cual tan sólo tenía un par de lavados, y bajó poco antes de comenzar a cenar. A pesar de sus predicciones, la cena fue muy animada. Alex parecía haber encajado perfectamente en su familia, todos la habían acogido con los brazos abiertos, incluso su hermano Dani. Cuando terminaron Alex se ofreció a recoger la mesa, insistió en hacerlo sola pero Cris no se lo permitió y la ayudó. Mientas metían los platos en el lavavajillas vieron por la ventana que estaba comenzando a llover, de repente un gran trueno las sobresaltó a ambas, sólo que Alex empezó a palidecer, de lo cual se dio cuenta Cris e intentó tranquilizarla.

-Tranquila, tan sólo es una tormenta y aquí estarás a salvo. No te irás hasta que no escampe y si hace falta te acompañare yo misma hasta tu casa.

-¡NO! Podría pasarte algo…no puedo permitirlo…-La miró a los ojos y le dijo, con un tono casi de pánico.-Me dan mucho miedo las tormentas.

-No te preocupes, a mí tan bien me dan miedo las serpientes, por ejemplo, todos tenemos miedo a algo.

-No es lo mismo, tu miedo a las serpientes es irracional, provocado porque te de miedo que te hagan algo, sin embargo el mío es distinto, mi miedo está provocado por recuerdos, recuerdos espantosos de una noche de tormenta. Me da miedo que eso me pueda volver a pasar.

Cris la abrazó muy preocupada y le susurró al oído que todo iría bien.
Carmen, la madre de Cris, estaba de nuevo apoyada en el marco de la puerta observando la escena, pero esta vez no interrumpió si no que decidió esperar a que terminaran de hablar.

-Alex, puesto que el parte meteorológico dice que lloverá durante toda la noche he llamado a tu madre y le he pedido permiso para que te quedes a dormir.

-No me parece bien Carmen, sentiría que estoy abusando demasiado de vuestra hospitalidad.

-Mi madre tiene razón, si no dejas que te acompañemos quédate aquí esta noche.

-Hasta Cris está de acuerdo así que no hay más que hablar. Cris llévala a la habitación, enseguida la acondicionaremos para que durmáis las dos.

Ambas se dispusieron a ir hacia arriba pero al pie de las escaleras Cris se detuvo y le pidió que subiera ella sola pues quería hablar con su madre.

-No has pedido permiso para que se quede aquí, ¿no?

-Sí hija, claro que sí.

-Mamá…

-De acuerdo no, pero iba a hacerlo ahora, aun así tampoco hemos visto el parte meteorológico así que…

-Gracias pero aún no sé por qué lo has hecho, la tratas tan bien…

-Se nota que te importa, además parece muy buena chica, me da buenas vibraciones.

-Tú y tus rollos místicos.-Sonrió Cris.- Muchas gracias mamá, en serio.

-No me las des pequeña, y ahora sube con ella, es mejor que no se quede sola estando como está.

-Llevas razón, te quiero.- Y besó cariñosamente la mejilla de su madre.-

-Yo también hija.

Se sonrieron una vez más y Cris empezó a subir las escaleras notando como el pulso le iba frenético.


CONTINUARÁ...

Fdo: GOAT

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