Alex
se despertó la primera. A juzgar por la escasa luz que entraba por la ventana
debía de estar anocheciendo y pensó que tenía que irse a casa, pero cuando
ladeó la cabeza estuvo a punto de darse con la de Cris, la cual estaba dormida
y con un brazo rodeando la tripa de Alex, pensó que sería alguna costumbre o
algo involuntario y no le dio demasiada importancia. Se incorporó lentamente
para no despertarla hasta apoyar la espalda en el cabecero de la cama sin
separarse demasiado de ella, Cris se removió y se abrazó a ella completamente.
Alex se quedó mirándola durante un largo rato aunque a ella le pareció un
suspiro. Se sentía relajada, una paz le invadía todo el cuerpo y por primera
vez aquel día se sentía bien, realmente bien. Cuando Cris estuvo despierta y lo
suficientemente espabilada como para darse cuenta de aquella situación se
sonrojo un poco, aunque al mirar a Alex a los ojos el rubor de sus mejillas
aumentó considerablemente. Cris carraspeó y dijo:
-Se
está haciendo tarde y está anocheciendo, creo que deberías irte o tendrás más
problemas con tus padres.
-Vaya,
que decepción. Primero te pegas a mí como una lapa mientras duermes y ahora
intentas echarme, a ti no hay quien te entienda.
-No
es eso pero es que podría pasarte algo.
-No
te preocupes, no me pasará nada.
-Más
te vale…
Unos
golpecitos en la puerta hicieron que las chicas se callasen y prestaran
atención a la figura que se encontraba frente a ellas. Era la madre de Cris.
-Perdonar
que interrumpa pero antes vi que estabais dormidas y no quise despertaros.
Ambas se sonrojaron levemente al imaginar como de juntas estarían mientras
dormían.
-Gracias
mamá, muy considerada.
-No
hay de qué hija, ya lo sabes. Por cierto, ¿Tú debes de ser Alex no? Cris nos ha
hablado mucho de ti.
-Espero
que bien.
-No
lo dudes, por alguna razón que aún desconozco sólo tiene palabras buenas hacia
ti.
-Mamá…
-No
me regañes hija, es la verdad.
-Tranquila
Cris, sabes que no soy de las que se ríen de esas cosas.
-No
claro…-Dijo irónicamente Cris.-
-Oye
Alex, si quieres puedes quedarte a cenar, hay comida de sobra y nosotros
estaremos encantados de conocerte por fin.
-No
puede. Tenemos muchos exámenes esta semana y hay que hacer mucha tarea y…
-Vaya
hija, que raro. Yo juraría que ayer me dijiste que puesto que es el principio
de curso no tendríais exámenes en al menos dos semanas…
-Y
yo ya he acabado toda la tarea.
-Estupendo,
en ese caso no se hable más. Dame el número de teléfono de tu madre y se lo comunicó
personalmente.
Cris
puso los ojos en blanco.-Mamá no tienes que hablar con el presidente ni
anunciar ningún enlace matrimonial ni nada.
-De
momento.-Rió la madre.-
-¿Qué
has querido decir con eso?
-Nada
hija, era una broma. ¡Qué poco sentido del humor tienes hoy!
-Me
cae bien tu madre Cris, ella por lo menos es simpática.-Alex y la madre de Cris
rieron.- ¿Entonces podría llamar usted a mi madre?
-Sólo
si no me tratas de usted, me hace parecer mayor.
-Mamá eres mayor.
-Y
tu una asquerosa, no te digo.-Dijo sonriendo su madre.-
-Ignórela,
está usted fabulosa señora…
-¡Uy!
¡Qué descuido por mi parte! Me llamo Carmen, un placer conocerte. Bueno, vamos
a llamar a tu madre y mientras me cuentas algunas cosas sobre ti.
Cris
se tumbó en la cama y apoyó la cara sobre la almohada. No sabía cómo debía
sentirse, si triste por los problemas de Alex, feliz porque se quedara a cenar
o avergonzada por ello. Lo que sí sabía era que la noche sería larga y
conociendo a su madre quien sabe si no haría algunas de las suyas. Llegó a la
conclusión de que como siguiera pensándolo se iba a poner enferma por lo que
decidió darse un baño y relajarse un poco.
Cuando
salió del baño llevaba puesto un albornoz (el cual se le desabrochaba y abría
al menor descuido) y una toalla sobre los hombros. Se secó el pelo
relativamente rápido, se puso sus vaqueros favoritos aunque un poco gastados
junto con una camiseta, la cual tan sólo tenía un par de lavados, y bajó poco
antes de comenzar a cenar. A pesar de sus predicciones, la cena fue muy
animada. Alex parecía haber encajado perfectamente en su familia, todos la
habían acogido con los brazos abiertos, incluso su hermano Dani. Cuando
terminaron Alex se ofreció a recoger la mesa, insistió en hacerlo sola pero
Cris no se lo permitió y la ayudó. Mientas metían los platos en el lavavajillas
vieron por la ventana que estaba comenzando a llover, de repente un gran trueno
las sobresaltó a ambas, sólo que Alex empezó a palidecer, de lo cual se dio
cuenta Cris e intentó tranquilizarla.
-Tranquila,
tan sólo es una tormenta y aquí estarás a salvo. No te irás hasta que no
escampe y si hace falta te acompañare yo misma hasta tu casa.
-¡NO!
Podría pasarte algo…no puedo permitirlo…-La miró a los ojos y le dijo, con un
tono casi de pánico.-Me dan mucho miedo las tormentas.
-No
te preocupes, a mí tan bien me dan miedo las serpientes, por ejemplo, todos
tenemos miedo a algo.
-No
es lo mismo, tu miedo a las serpientes es irracional, provocado porque te de
miedo que te hagan algo, sin embargo el mío es distinto, mi miedo está
provocado por recuerdos, recuerdos espantosos de una noche de tormenta. Me da
miedo que eso me pueda volver a pasar.
Cris
la abrazó muy preocupada y le susurró al oído que todo iría bien.
Carmen,
la madre de Cris, estaba de nuevo apoyada en el marco de la puerta observando
la escena, pero esta vez no interrumpió si no que decidió esperar a que
terminaran de hablar.
-Alex,
puesto que el parte meteorológico dice que lloverá durante toda la noche he
llamado a tu madre y le he pedido permiso para que te quedes a dormir.
-No
me parece bien Carmen, sentiría que estoy abusando demasiado de vuestra
hospitalidad.
-Mi
madre tiene razón, si no dejas que te acompañemos quédate aquí esta noche.
-Hasta
Cris está de acuerdo así que no hay más que hablar. Cris llévala a la
habitación, enseguida la acondicionaremos para que durmáis las dos.
Ambas
se dispusieron a ir hacia arriba pero al pie de las escaleras Cris se detuvo y
le pidió que subiera ella sola pues quería hablar con su madre.
-No
has pedido permiso para que se quede aquí, ¿no?
-Sí
hija, claro que sí.
-Mamá…
-De
acuerdo no, pero iba a hacerlo ahora, aun así tampoco hemos visto el parte
meteorológico así que…
-Gracias
pero aún no sé por qué lo has hecho, la tratas tan bien…
-Se
nota que te importa, además parece muy buena chica, me da buenas vibraciones.
-Tú
y tus rollos místicos.-Sonrió Cris.- Muchas gracias mamá, en serio.
-No
me las des pequeña, y ahora sube con ella, es mejor que no se quede sola
estando como está.
-Llevas
razón, te quiero.- Y besó cariñosamente la mejilla de su madre.-
-Yo
también hija.
Se sonrieron una vez
más y Cris empezó a subir las escaleras notando como el pulso le iba frenético.
CONTINUARÁ...
Fdo: GOAT
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