viernes, 12 de octubre de 2012

DESTINO - CAP.13


-Te quiero Alex. Quédate aquí, conmigo.
-No puedo Cris.
-Querrás decir que no quieres. Te quiero, por favor no lo hagas.
-Ahora quiero hacerlo más aún. He estado soñando con este momento desde hace mucho tiempo pero sé que lo dices porque estás confundida, en realidad lo único que sientes por mi es aprecio, cariño…amistad.
-No, es la primera vez que tengo algo tan claro como esto. ¿Quieres que te lo demuestre?-Pero no le dio tiempo a contestar, simplemente se lanzó a sus brazos, a sus labios y se dejó llevar.-
Alex se resistía al primer beso, al segundo, al tercero…pensaba que cediendo solo lograría confundirla más pero al quinto lo único que pudo hacer fue perderse en sus labios, esos que tanto ansiaba.
-Estoy completamente enamorada de ti Cris, pero…
-Shh calla, ya tendremos tiempo de hablar después. Olvídate del mundo por un momento.
-No puedo hacerlo.
-¿Por qué?
-Porque tú eres mi mundo pequeña.-Le apartó un mechón de pelo de la cara y esta vez fue ella quien la que siguió besando a Cris, no podía dejar de hacerlo, cada vez que le daba uno quería dos más. Tenía sed de algo que solo le aportaban esos fantásticos labios.

Una vez se hubieron separado era hora de aclarar unos cuantos detalles más, pero nada importante,  se dieron las buenas noches siendo conscientes de que ninguna podría dormir y se acurrucaron juntas en una cama. Notó que Cris tenía algo de frío y se incorporó para ir a por unas mantas y a encender la calefacción pero la otra chica la detuvo cogiéndola de la mano por lo que Alex la tapó con su sudadera  y la acercó más a ella con el pretexto de que tenía que entrar en calor aunque Cris sabía que lo que en verdad quería era sentirla cerca por lo que tampoco puso ninguna objeción. Estaba realmente bien en sus brazos.
La noche transcurrió extrañamente rápida.

Ya era por la mañana y pese a que intentaban retrasar este momento ya no podían, debían despedirse ya.
-Te voy a echar de menos a ti y a tus consejos, me pregunto quién me hará entrar en razón ahora.
-Soy yo la que empieza de nuevo en otro lugar pequeña. Además me seguirás teniendo aunque no esté aquí.
-No te engañes, no estarás aquí que es lo que yo necesito, estando allí no podrás ayudarme igual.- Cris se calló al ver que estaba a punto de hacerla llorar.- Pero bueno, no te preocupes que estaré bien.
Alex intentó sonreír pero una lágrima le recorría la mejilla. Cris la abrazó y la volvió a besar una vez más. Una última vez.


***


Habían pasado seis meses y ya era verano. Cris se enfrentaba hoy a su último examen del curso para el que llevaba una semana preparándose.
Desde que Alex se marchó se había intentado volcar en sus estudios para poder distraerse pero aun así no podía; sacaba buenas notas generalmente sí, pero se negaba a ser sociable, apenas salía de su casa, no se había esforzado en hacer amigos y en clase estaba distraída pensando es sus cosas (en su “chica”). Tan sólo había hablado con ella un par de veces pese a que Alex la llamaba todos los días pero, o se hacía la dormida o le decía a Dani que le dijera que no podía ponerse y al final acababa su madre con el teléfono pegado a la oreja hablando con su nueva y joven amiga o con la madre de esta y cuando acaba la miraba y siempre le decía ‘’por mucho que me lo expliques no puedo entender porque no quieres hablar con ella hija’’ a lo que esta decía:

-Te lo he explicado muchas veces mamá. La quiero muchísimo, ya sabes que era mi…mejor amiga pero soy de las que creen que las relaciones a distancia no funcionan y sé que tarde o temprano se acabará cansando de llamar y de preocuparse por mí y podrá rehacer su vida, al igual que yo…algún día

-Cariño, han pasado seis meses y ni ella te ha dejado de llamar ni tú la has olvidado así que deberías quitarte ya esa idea

-¡Nunca mamá nunca! Ella debe olvidarme y tal vez si dejara de telefonearnos ya lo habríamos hecho ambas.

En ese momento era cuando Cris se iba a su habitación, pegaba un portazo, miraba una foto de ella con su ‘’amiga’’ y rompía a llorar. Era consciente de que cada vez que lo hacía algo se rompía en su interior, quizás fuese el muro de hielo que intentaba construir para que no le doliese su pérdida. Sabía que no debía mirarla pero al hacerlo revivía ese momento y es como si estuviera a su lado, con el brazo de Alex en su hombro mientras le miraba de aquella forma tan intensa y con aquella sonrisa tan bonita mientras que ella le sonreía a la cámara. Sin duda extrañaba esos momentos irrepetibles con ella. Dolorosamente irrepetibles. Había momentos en los que no podía más y miraba todas y cada una de las fotos que tenía de ella y que poco a poco fue recopilando.

El examen se encontraba delante de ella y se le estaba dando realmente bien, tan sólo le quedaba terminar la última pregunta cuando cayó en la cuenta de que aquella no era su mesa si no la de… ¿Alex? No, no podía ser, sería demasiado. Decidió terminar el examen y después para pasar el tiempo leyó algunas cosas que había garabateadas en ella. Debía reconocer que había muchas como nombres, dibujos sin sentido y muchas cosas de novios (como ella solía llamarlas). Una en concreto le llamó la atención, era pequeña y en una esquina, justo en la que ella solía sentarse en los cambios de clase, podía ser de mucha gente sí pero sabía que podría reconocer aquella caligrafía en cualquier lugar, era pequeña pero muy ordenada y bonita. La frase rezaba ‘’ ¿Casualidad o destino?’’
-Buena pregunta pequeña- susurró Cris.-
Pasó todo el día en su mundo y al ir a cenar apenas prestó atención a nada hasta que sus padres le dijeron que tenían que hablar con ella.

-¿Qué ocurre papá? Me estas asustando.
-No te preocupes. Es sólo que…mira tu madre y yo nos hemos dado cuenta de que te cuesta vivir aquí, todo te trae recuerdos y pareces un alma en pena.
-Hasta un ciego se habría dado cuenta.
-Calla Dani, esto es serio.
-Perdón…
-Como iba diciendo, puesto que no hay nada ni nadie que te una a este lugar que creo que lo mejor es que nos mudemos. La decisión es vuestra chicos, vosotros elegís si nos vamos o nos quedamos.
-Yo opto por irnos –intervino Dani- Cris, se nota que no estás bien y si yéndonos mejoras un poquito me daré por satisfecho.
Cris miró dulcemente a su hermano y comprendió que le dejó el peso de la decisión, pero que estaría dispuesto a empezar de cero otra vez solo por ella.
-Bueno pues si el mico este está de acuerdo no seré yo la que se oponga, larguémonos de aquí.
-¿Estás segura cariño? Aquí tienes muchos recuerdos.
-Mamá estoy acostumbrada a esto y creo que me vendrá bien.
-En ese caso perfecto, ya tenemos una casa alquilada y la mudanza casi arreglada, mañana empaquetaremos y pasado estaremos instalándonos en nuestro nuevo hogar. ¡Qué emoción!- Su madre estalló de alegría y aquello era raro ya que odiaba los cambios por lo que se quedó con cara de póker.-
-Sabíamos que ambos aceptaríais así que llevamos un mes organizándolo todo

Aquella noche no pudo dormir ya que estaba dándole vueltas a todo. El día siguiente pasó fugazmente y más aun la semana que pasaron organizando su nuevo hogar. La verdad es que la casa le parecía espectacular. Era lunes y lo único que les quedaba por hacer era comprar unas cosas pero ella estaba muy cansada por lo que decidió quedarse en casa pese a que su madre le había encargado labores de jardinería en el patio de fuera. Aun no tenía copia de las llaves de casa por lo que dejó la puerta entreabierta.
Llevaba una hora cuando el cielo empezó a amenazar tormenta y una ráfaga de aire le cerró la puerta. Perfecto, encerrada fuera de casa, la paradoja perfecta. Y de pronto comenzó a diluviar. Más perfecto aún. Un flashback de la noche de tormenta con Alex la sacudió pero un grito la sacó de sus pensamientos. La vecina de la casa de enfrente estaba cruzando la calle mientras le decía que podía pasar a su casa mientras esperaba a que sus padres viniesen. Cuando estuvieron dentro la chica se quitó la capucha y Cris se quedó anonadada. No era una chica, era su chica.
-Mi madre y la tuya organizaron todo para que vinieras aquí.
-Debo darles las gracias a ambas.
Se fundieron en un largo un apasionado beso.
-¿Casualidad o destino?- susurró Cris casi sin apartarse de sus labios.-
-Destino, sin duda destino.
Y ambas supieron que jamás querían volver a separarse.

…¿CONTINUARÁ?
Fdo: GOAT

lunes, 13 de agosto de 2012

DESTINO - CAP.12


Después de la discusión de aquella mañana Cris pasó varios días sin hablar con Alex y por mucho que Alex quería arreglarlo la otra chica, aunque no sabía porque, se sentía traicionada y herida. Poco a poco y durante las dos semanas siguientes había conseguido calmarse un poco, todo había vuelto casi a la normalidad pero aún le guardaba algo de rencor que lo transformaba en forma de golpes bajos como “para el tiempo que te queda aquí qué más da” o “no te preocupes, mejor quedamos, ya tendremos tiempo de hablar por teléfono dentro de poco…o tal vez no”. Alex intentaba ignorarlos todos pero había uno que le había sacado de quicio, se lo dijo días atrás, fue un “si te importara tanto como dices no te irías” el que desató su furia y pese a que Cris se arrepintió desde el primer momento en el que sus labios pronunciaron esas palabras pero a Alex ya no le valían, algo en su interior se enfureció al oír eso, al notar tanto egoísmo pero en lugar de oír ni decir nada la miró a los ojos y vio en ellos arrepentimiento junto con un susurro casi inaudible pero que entendió perfectamente “lo siento”. Se marchó sin mediar palabra y Cris no supo de ella durante otra semana interminable. Alex no le cogía ni el móvil ni el fijo y tampoco contestaba a sus mensajes de texto ni a los recados que le daba a sus padres cuando eran ellos los que esporádicamente contestaban. Una semana desaparecida completamente, sabía que estaba bien o al menos era eso lo que decían sus padres, que ya le contaría ella misma el porqué de esta ausencia aunque conforme pasaban los días más se convencía de que se había ido y que esta vez sí que fue por su culpa, por su maldito rencor y por su falta de cabeza. El pensamiento de haberla perdido cada vez era más fuerte y durante esa larga semana que se le tornó años apenas comía, dormía por agotamiento y apenas hacía los ejercicios para el día siguiente y estudiaba los exámenes pero en clase estaba ida y solo recordaba los momentos junto a ella y notaba una ausencia detrás de su espalda, fuera de su cuerpo, en la mesa de detrás de ella donde antes estaba sentada Alex y que ahora estaba desangelada. A pesar de que su padre y su hermano Dani desconocían que le pasaba y se lo atribuían al estrés del instituto, su madre supo casi desde el primer momento que le pasaba y así se lo dejaba ver a ella con sus miradas, unas veces inquisitivas, otras de apoyo, o simplemente de compasión pero nunca dijo nada y eso fue lo que más le hizo sospechar a Cris de que sabía algo más que ella, que alguien se había puesto en contacto con su madre.

El sábado por la tarde recibió un escueto sms que decía:

Te espero en mi casa a las 10. Te lo explicare todo detenidamente y resolveré todas tus dudas. Un beso.
-Alex

Debía reconocer que no era mucho pero eso quería decir que seguía en la cuidad y que volvería a verla y estaba tremendamente feliz por haber recibido ese mensaje pero algo en su interior le decía que algo iba mal; las miradas de su madre, la extraña desaparición de Alex durante una semana y esa frase, resolveré todas tus dudas le recordó algo que dijo hace un tiempo: “Mira Cris te prometo que te voy a contestar a todo esto pero no hoy. Creo que has conseguido más respuestas de las que esperabas entre anoche y ahora, te lo ruego, dame un respiro.” Y Cris sabía perfectamente que había querido decir con eso, que se lo respondería cuando se fuera de la cuidad y probablemente no volvería a verla.
Aún así se vistió con sus mejores vaqueros, una camiseta negra y ajustada, sus convers dudó si coger una chaqueta pero puesto que el frio ese año se estaba retrasando un poco, que sus padres insistían en que la llevarían en coche y que estaría resguardada del frio en casa de Alex optó por no llevársela. Le dijo a su madre que no sabía a qué hora llegaría a casa y ella lejos de ser tajante y discutir con ella le dijo que si lo veía necesario se podía quedar a dormir allí que ya estaba todo hablado. Perfecto, eso confirma sus sospechas. Si su madre se había puesto en contacto con alguno de ellos a saber de qué más habrían hablado. Ese asunto no era prioridad, no quería llegar tarde así que se bajo del coche, se metió más manos en el bolsillo para disimular el temblor que le sacudía el cuerpo y le erizaba el vello de los brazos. Llamó a la puerta y se dijo a sí misma que sería firme pero en cuanto Alex abrió la puerta y la vio sonreír frente a ella se olvidó de todo y se lanzó a sus brazos.

-Echaba de menos tenerte tan cerca, rodeándome tan fuerte con tus brazos, sintiendo tu cara cerca de la mía, impregnarme de tu olor.- Le susurro Alex al oído.-

-Es una cursilería lo que acabas de decir, no te pega con tu fachada de malota y todo ese rollo que tienes.

-Lo sé pero me encanta decírtelas, la sonrisa que pones, esa tan bonita y el brillo en tus ojos que podría iluminar cualquier sitio por oscuro que sea.

-Sigue siendo una cursilería pero es cierto que me encanta.

-No hace falta que lo jures. Ahora pasa, cojeras frio y además tengo que mantener la fachada de dura delante de tu madre.- Dijo Alex y señalando con la cabeza más allá de Cris, detrás de ella.-

-¡Adiós mama,  te agradecería que dejaras de cotillear de vez en cuando! – Chillo Cris mientras la despedía con la mano. Casi se imagino a su madre poniendo los ojos en blanco, arrancó y se fue haciendo el mismo gesto que su hija hace unos instantes.-

-¿Quieres tomar algo?- ofreció la anfitriona de la casa a su invitada-

-No gracias, he intentado cenar en casa pero tengo el estomago cerrado.

-Por alguna razón me siento culpable de que lo tengas así.- ironizó Alex-

Cris, que no había dejado de sonreír desde que vio a Alex, dijo riendo: -Tal vez sea porque es tu culpa.-

-Jamás podre perdonármelo…en fin… ¿bajamos al cuarto de abajo? Ahí podremos hablar tranquilamente sin que nos moleste nadie.

-Como tú quieras, es tu casa al fin y al cabo.

-También es la tuya.- Dijo Alex mientras le guiñaba un ojo-

Alex encendió la luz y bajó la primera, con Cris justo detrás, para indicarle donde se encontraba la habitación que había dicho. Cuando pasaron Cris se quedó impresionada por la magnitud de aquel lugar; era muy amplio, tenía dos sofás en forma de L, una mesa de madera enfrente de ambos y, al fondo  pegadas a la pared, tres camas; una normal, otra encima y otra cuya colocación le sorprendió mucho a Cris pues estaba colocada en horizontal pegada a los pies de la otra cama. Alex debió de ver la expresión de la cara de Cris pues dijo:

-Esta sala es una mezcla de salón-dormitorio. Mi hermano solemos dormir arriba pero cuando hay invitados les dejamos nuestro cuarto para que duerman ahí y si falta alguna cama se viene aquí con nosotros. Cuando no los hay es nuestro salón. Yo suelo estar cuando no hay nadie ¿sabes? Este lugar es como mi santuario, me ayuda a pensar y me relaja estar aquí. Siéntate anda, hay cosas que hablar y no quiero alargar esto más tiempo.

-Sí, es como hacerse la cera, cuando antes tires menos sufres.

Se vislumbró una tímida sonrisa, bajo la cabeza, levantó la vista, la miro a los ojos y asintió.


Alex se esperaba que la otra chica dudase y le diese vueltas a las cosas antes de empezar a decir nada, por eso le sorprendió tanto la seguridad con la que empezó a preguntar, a pesar de tartamudear a causa de los nervios y el miedo.

-¿Te…te vas a ir?

-Si

-¿A dónde?

-Lo siento pero dijiste que no querrías saberlo así que no te lo diré

Pareció dudar pero continuó.- ¿Cuándo?

-Mañana, o pasado a más tardar.

-Mi madre lo sabe.- No era una pregunta si no una afirmación.- Lo ha sabido todo antes que yo.

-Así es, pero no por lo que te piensas. Me sirvió de aliada para enfrentarme a Oliver. Te mantuvo en casa el tiempo suficiente para que yo organizara todo y ‘’hablara’’ con él.

-¿Qué le has hecho?

-Simplemente he querido asegurarme que ya que no voy a estar aquí para defenderte al menos no tengas problemas y mucho menos por él. Su novia no era de nuestro instituto por lo que tuve que buscarla para hablar con ella. No sabía nada y se quedo bastante afectada por todo lo que te hizo a ti y a ella. Días después vino Oliver buscándome para echarme la culpa de que su chica cortara con él, no pude reprimirme y discutimos. Le dijo que no tenía derecho a hacerle eso a su pareja ni a jugar con tus ilusiones por sus simples intereses. La cosa fue a más y acabé dándole un puñetazo por atreverse a menospreciarte. Lo siento pero no pude remediarlo. En la siguiente parte fue cuando mas necesite a tu madre, me ayudo a pegar carteles por todo el instituto con frases sobre lo que había dicho o hecho. Tuvo el efecto deseado, su popularidad se ha desplomado y ahora es el chico más odiado del instituto. He oído que va a cambiarse de centro de estudio en un par de días. No te dará más problemas.

-¿Por qué?

-¿Por qué qué?

-¿Por qué te vas? ¿Por qué te has enfrentado a Oliver por mí? ¿Por qué me has tratado bien hasta cuando no te caía bien? ¿Por qué…todo?

-Tenías que hacer esa pregunta.- suspiró Alex.-

-Es la más importante.

-Verás…nunca me has caído mal. La primera vez que te vi en el salón de actos me pareciste la chica más hermosa que he visto jamás. Tu mirada me atravesó el alma y sentí que te conocía desde…siempre. Lo de que no te aguantaba fue una estrategia, tu no sabías quien era, ni yo quien eras tú pero, si conseguía que me prestaras atención aunque fuera odiándome sería un comienzo, luego intentaría caerte bien pero a pesar de todo lo que te decía y lo que te hacia me seguías soportando. Siempre tenías palabras o miradas de ánimo para mí. Desde aquel primer momento supe que te tenía que proteger pasase lo que pasase, intente advertirte de Oliver pero no me hiciste caso, y cuando lo del parte…no podía permitirme que tuvieras un mísero problema. Me importabas demasiado.

- ¿Te mataba que hablara de Oliver verdad?

-Al principio no demasiado, pensaba que solo era un capricho pero luego al ver tus miradas hacia él, la forma en que te trataba y en la que caías rendida a sus pies, como os acercabais, como os besabais…-hizo una mueca de dolor al pronunciar esas palabras.-

-¿Y cuando me empujaste contra la pared?

-Fue un impulso, quería sentirte cerca, ver tus ojos y…

-Y besarme. Supongo que pensaste que estaba dormida pero sé que me besaste.

Alex carraspeó y se recompuso como pudo.- ¿Tú por qué me empujaste?

-No lo sé. Estaba llena de una rabia que no podía explicar y tus comentarios y fachada de pasota solo hacían que crecieran. Fue un impulso. Pero no te escaquees, hay algo que aún no me has contestado.

-Básicamente quiero irme porque te amo Cris. He intentado ser tu amiga, apoyarte con tu pareja cuando en realidad me moría de celos y tenía que aguantarme hasta llegar a mi casa o quedarme sola para poder llorar o despotricar.

-¿Por tu fachada?

-No, porque si lo hiciera delante de ti no entenderías nada, te preocuparías y no quería eso. Además tampoco podía decirte que te quería, podría haberte perdido para siempre.

-Como si no fuera eso lo que está a punto de pasar.

-Tal vez sí, pero no puedo seguir fingiendo que no siento absolutamente nada por ti, que no eres el amor de vida.

-Tan solo tienes 18 años, ni siquiera has vivido aún.

-Cierto, pero esas cosas se saben y si ahora que te lo he contado me quedara tu vida quedaría condicionada por mí y mis sentimientos. Lo que quiero es que vivas tu vida y seas feliz, lo más feliz que puedas y si para ello yo tengo que irme pues lo haré. No hay marcha atrás.

Una lágrima se derramaba por la mejilla de Alex, Cris le acunó la cara entre sus manos y le dijo:

-No es lo mejor. Deja de decir tonterías.
Cris se acercó lentamente a Alex y besó sus labios muy tímidamente. Lo hizo inconscientemente, pero se dio cuenta de que realmente quería hacerlo.


CONTINUARÁ…

Fdo: GOAT

lunes, 25 de junio de 2012

DESTINO - CAP.11

Cris llevaba un rato despierta y aunque había desistido del intento de poder dormir no se movió porque no quería despertar a su improvisada compañera de habitación. Mantenía los ojos cerrados pues la luz del amanecer que entraba por la ventana le molestaba, así que a ojos de cualquiera parecía que estaba durmiendo plácidamente. Notó que Alex se removía y pensó en levantarse pero después de toda la información de anoche quería pensar un rato más, meterse debajo de las sabanas y desaparecer. Quería llorar, cosa que no entendía porque, al fin y al cabo el dolor no lo sufrió ella aunque tenía la sensación de que quizás si lo hubiera pasado  habría sufrido menos. Sentía una tremenda impotencia pero sabía que debía acompañarla en las noches como aquella y siempre que lo necesitara. Por alguna extraña razón tenía la sensación de sentirse observada y poco a poco notó el aliento de Alex lo que le hizo estremecerse. Pensó que se había dado la vuelta y que por eso lo notaba, estaba bocarriba y cuando fue a abrir los ojos para ver por qué se removía notó un beso. El beso. Se quedó bloqueada y no supo qué hacer. Fue corto y en los labios de Alex notó urgencia, miedo y… ¿Deseo? Siguió haciéndose la dormida durante otro largo rato mientras la otra chica se removía intranquila en la cama, supuso que sin saber qué hacer. El móvil de Cris comenzó a vibrar, no tenía pensado cogerlo pero no sabía la hora que era y su familia podía estar acostada aún. Se incorporó lenta y torpemente y el ver a Alex no mejoró demasiado aquella situación pues también se puso nerviosa y temblaba ligeramente. Genial. Al coger el móvil quiso mirar la hora pero el nombre que aparecía en la pantalla acaparó toda su atención. Era Oliver. Oliver la estaba llamando. No sabía el motivo y eso sí que la descompuso. Comenzó a temblar y al parecer aunque intentaba disimularlo Alex se dio cuenta por lo que se levantó, caminó donde estaba ella sosteniendo el teléfono justo enfrente del escritorio. Le sostuvo la mano y la observo durante unos segundos y después la arrastró a la cama para que se sentara, no sin antes soltar un irónico “Buenos días” sin malicia, pensó Cris. Pudo leer en sus labios que dijo que contestara la llamada y sin saber demasiado bien por qué así lo hizo.

-Hola

-Hola ¿qué haces llamando tan temprano?

-¿Tan temprano? Cris… Es la hora del recreo

-Vaya, sí que he dormido.- Dijo riéndose del chiste que solo ella podía entender. Alex le miró con curiosidad pero no dijo nada.-

-¿Estás bien? ¿Por qué no has venido a clase? ¿Te sucede algo?

-No te preocupes, yo estoy bien, es Alex la que está un poco mal. Si quieres hablar con ella la tengo a mi lado.

-No déjalo, no me apetece perder el tiempo con ella.

-Ni a mí con él.- Dijo de pronto Alex.-

Oliver formuló la pregunta que Cris tenía en mente

-¿Tienes puesto el manos libres?

-Amm…no, que va

-¿Entonces cómo demonios me ha podido oír?- Casi vociferó Oliver irritado.

-No lo sé. Pero bueno el recreo debe estar a punto de acabar así que hasta otra. Adiós.

-Adiós pequeña.

-No me llames así.- Cris no le dio tiempo al muchacho a disculparse, en gran parte porque le daban igual. Colgó, cogió el móvil entre la mano derecha y apoyó el pulgar sobre su labio. Se quedó pensando un rato mientras Alex no perdía detalle. De pronto como si de un espasmo se tratara pegó un bote en la cama se puso de frente a la otra chica y con mucha determinación le pregunto qué de qué habían hablado el otro día en el recreo. Antes de acabar de formular la pregunta la puerta de su habitación se abrió y (cómo no) apareció su madre.

-Venía para ver como estabais.

-Deberías habernos despertado mamá.

-Después de la noche anterior ninguna estabais en condiciones de ir a clase. Alex, tus padres están informados de todo.

-Gracias Carmen. Al final tu y mis padres os vais a hacer íntimos.

-No pasaría nada, nunca sabes que pasará ¿Verdad hija?

-Adiós mamá.

-¡Huy! Si si me voy que no llego. Hasta luego. Os quiero.

“Os” pensó Cris, “¡Que mujer tan rara!”. Lo dejó correr y volvió a lo que de verdad ocupaba su cabeza ahora mismo, aunque bueno, ahora mismo tenía muchísimas cosas en la cabeza y eso que solo llevaba un par de horas despierta. Iba a ser un día largo e intenso, sospechaba.

-¿Mi madre y tú os ponéis de acuerdo o siempre tienes tanta suerte para escaquearte de las preguntas?

-En realidad tengo suerte, pero solo me pasa contigo.

-Me siento afortunada.- Ironizó Cris.-

-Haber en realidad no le dije nada pero si se pone como se puso es que es un poco burro.

-Alex…

-Es cierto, y un tonto si pensó que de verdad no me enteraría de lo que estaba haciendo. Te dije que conocía a los chicos como él.

-¿Qué ha…?- Cris tenía miedo de saberlo y que le hiciera daño, pero tenía que afrontarlo. Tenía que saberlo.- ¿Qué ha hecho?
-Veras…te lo contaré por el principio, por mi historia y por cómo lo supe para que puedas saberlo todo y, al fin y al cabo fue lo que me preguntaste el primer día. Intenté mantenerlo en secreto pero en una ciudad tan pequeña un intento de violación era como carne fresca para sus vecinos. Cuando pasó un tiempo y lo iba superando poco a poco empecé a ir al colegio, ya tenía el curso perdido pero no podía dejarlo por completo. Iba sí, pero no hablaba con nadie salvo Ashley en el recreo, no tenía vida social, los chicos me daban miedo y las chicas no me daban buena espina. De pronto apareció un chico casi igual que Oliver, fuerte, guapo y sobretodo el perfecto romántico. Yo pensaba que de verdad estaba enamorado de mí pero a los dos meses me dejó porque después de aquella noche con aquel tipo mi popularidad había subido y la de él al ser mi novio también lo hizo. Me utilizó y me tiró. Y siento decírtelo así pero Oliver ha hecho algo parecido.

-¿Él me ha utilizado?

-Algo así. Mira el primer día me di cuenta de cómo era y por eso no me caía bien así que decidí indagar sobre él mientras tú caías en sus redes.

-Lo siento

-No es tu culpa si no de…eso.- Lo dijo con una mezcla de asco y despreció inconfundible.- El día antes de hablar con él en el recreo me enteré de que mientras salía contigo estaba con otra chica. Su novia desde hacía un año y medio. Cuando llegaste aquí todo el mundo hablaba sobre ti, eras la chica cool, cosmopolita y guay y todo eso hacía que los chicos sintieran como poco curiosidad hacia ti y las chicas envidia por ser el blanco de los chicos por eso Oliver era así contigo.

-Has dicho que todas las chicas sentían envidia de mí, todas menos tú.

-Yo sentía cosas algo distintas hacia ti.

-¿Quiero saberlas?

-Mejor que no

-Mejor. Pero no entiendo por qué después de saber que tú lo sabes me sigue llamando o porqué salió así, ni cómo pudiste saber qué fue lo que dijo hace un rato.

-A lo primero no tengo respuesta, a lo segundo supongo que fue porque se ganaría una mala reputación si salía a la luz y porque se le acabaría el chollo contigo y todo eso, aparte de que, como dije antes, es un poco burro. En cuanto a lo mío es una mezcla de oído agudo, intuición y que es un poco repetitivo, así como un disco rayado más o menos. Y no me malinterpretes, me alegro mil pero parece que todo esto no te afecta demasiado.- Comentó Alex muy extrañada.-

-La verdad es que no. Todo esto me resulta bastante indiferente, me acabo de dar cuenta que me da igual lo que él quiera hacerme porque en realidad me da igual, él o su vida o lo que haga no me importa, gracias a esto y gracias a ti, Alex, me acabo de dar cuenta de que no le quiero.

-¿Y todo eso de que era el chico de tu sueño y de que estabas enamorada de él y de más cursilerías?

-Tú misma te acabas de responder. Justo por ser el chico que salió en mi sueño y por el hecho de tenerlo justo enfrente de mí después de eso me hizo encapricharme de él y su comportamiento lo único que hizo fue alimentar ese capricho pero con esos aires de poeta del Romanticismo hacían que no me fiara demasiado de él.

-Me alegra oír esto y mucho.

-¿Por algo en especial?- Quiso saber Cris muy suspicaz.-

-Claro que no, que cosas tienes…es sólo que…no me gustaría que te hicieran daño.- Contestó obedientemente Alex, no sin antes bajar la cara para intentar disimular el color rojo que empezaban a adquirir sus mejillas y rehuir la mirada curiosa de Cris.-

-¿Pero por qué empezaste a indagar el primer día si ni siquiera te caía bien?

-Mira Cris te prometo que te voy a contestar a todo esto pero no hoy. Creo que has conseguido más respuestas de las que esperabas entre anoche y ahora, te lo ruego, dame un respiro.

-Si cierto perdona, tan sólo tengo que esperar a que den el traslado.-Dijo Cris en tono triste y melancólico.-

-Sobre eso… tenía que contarte algo.

-Dime.- Cris se sorprendió ante eso con la esperanza de que no se fuese a ir.-

-El traslado sería a otra ciudad. Apenas me quedan unos meses para hacer los dieciocho y mis padres me han dado carta blanca.-Alex intentaba enmascarar cierta preocupación por cómo se tomaría la noticia y por su reacción.-

-¿A qué ciudad?- Su tono de voz era casi de desesperación ante las negras expectativas que le estaba contando.-

-Aún no lo sé, tengo conciertos con varios institutos con lo que he estado hablando y no creo que tuviera problema en matricularme a mitad de curso. Harían una excepción. Mira Cris seré franca, lo más seguro es que me vaya y muy pronto. Semanas, un mes o uno y medio, aún no lo sé pero no puedo permanecer aquí, solo me haría daño y no estoy segura de querer pasar por ello ni de querer hacértelo pasar a ti.

-Solo hazme un favor, no me digas a qué ciudad te vas. No quiero pensar en lo cerca o lejos que estás. En los kilómetros que nos separan. Pero que sepas que ya me lo estás haciendo.- No se podía creer lo que estaba escuchando, deseaba que fuera un mal sueño y que no durara más.-

-Cris recapacita, sólo soy una chica borde, asquerosa, fría y orgullosa.

-¡Sí! ¡Sí lo eres! Pero eres…mi chica después de todo.

-¿Qué has querido decir con eso?

-Nada da igual, te lo explicaré cuando te den el traslado. Me voy a la ducha, creo que necesito estar sola un rato, puedes quedarte aquí o bajar a desayunar.

-¿Tú no desayunas?

-No tengo hambre.- Y se metió en el baño dando un portazo aunque no demasiado intencionado sino más bien provocado por la rabia y la furia.

CONTINUARÁ…

Fdo: GOAT

domingo, 17 de junio de 2012

DESTINO - CAP.10

Cris subió rápidamente debido a que estaba considerablemente preocupada por Alex. Era cierto que no la conocía demasiado pero jamás la había visto así y nunca pensó que pudiera verla así, tan indefensa y vulnerable. Quería saber que le había pasado aquella noche de tormenta pero desconocía la forma de poder hacerlo sin que le afectara demasiado. Los 24 escalones de los que se componía su escalera parecieron muchos más, pero en ese momento deseaba que así fuera y no se quedara solo en imaginaciones. Tenía miedo de llegar a su habitación, del aspecto que tendría Alex e incluso del suyo propio cuando la viera. Apenas quedaban 3 escalones cuando sus piernas se pararon en seco, se quedó bloqueada, petrificada. Se obligó a dar un paso más pero empezó a pensar en que le pudo pasar. 2. Le pareció oír que estaba llorando. 1. Notaba que la ansiedad se apoderaba de ella y le nubló el pensamiento. Saltó el último peldaño, corrió por el pasillo y al llegar a la puerta, la cual estaba cerrada, la abrió ligeramente y con cuidado de no hacer ruido pero a pesar de ello Alex se percató se limpió disimuladamente la lagrima que le corría por la mejilla y un forzado atisbo de sonrisa cruzó fugazmente su rostro. Debió de darse cuenta del impacto que sería para Cris aquella situación por lo que intentó quitarle algo de importancia.

-¡Hey hola! Diría que es toda una sorpresa encontrarme contigo a estas horas de la noche si no fuera porque estoy  usurpando tu cuarto.

A Cris le pareció un buen comienzo por lo que decidió seguirle la corriente.

-No te preocupes si estoy acostumbrada a que no te separes de mí y todo eso. Me usurpas mi cuarto, me secuestras en los recreos, no te separas de mí en clase, duermes conmigo por la noche e incluso por el día y encima cenas en mi salón.

-No sabía que era tuyo, lo juro. Pensaba que eran tus padres los que pagaban la casa y que por eso era suyo.

-¡No te rías encima de mi hombre! Piénsalo un poco, no te separas de mí.

-Más te gustaría a ti.

-Poniéndote a la defensiva tan sólo me das la razón.

Alex guardó silencio ante eso y la miró con ojos, aunque algo rojos por haber llorado, curiosos y penetrantes. Cris se sentó al lado de ésta en la cama, sabía que no podía posponerlo más y no le hizo falta abrir la boca para que la otra chica se diera cuenta de lo que quería. Antes de explicarle nada le cogió las manos, ambas las tenían, algo sudorosas y congeladas debido al nerviosismo que les removía y sacudía,  el cuerpo de arriba abajo.

-Supongo que pensaras que mi reacción es algo exagerada e histérica, al igual que es resto de tu familia.

-Yo no lo pienso y mi familia tampoco creo que lo haga pero aunque fuese así olvídate de eso ahora.

-Realmente no sé por dónde empezar, todo es muy complicado.

Ante eso recibió una mirada de apoyo sincero y un apretón de manos, lo cual le reconfortó levemente. Se paró un momento para escoger las palabras adecuadas.

-Todo ocurrió un frio y muy lluvioso jueves de diciembre. Puesto que la mañana siguiente tenía dos exámenes finales me fui a la biblioteca con Ashley a estudiar. El trayecto era de una media hora y aunque por el día esas calles eran muy transitadas por las noches estaban desiertas así que mis padres mandaron a mi hermano a por mí porque yendo con él no me pasaría nada. Eran las doce de la noche cuando…

-Sé que es un detalle tonto pero ¿cómo que estaba abierta tan tarde?

-En realidad tiene sentido que la hagas. Era una ciudad algo pequeña y ya que sólo hay esa biblioteca  la mayoría de los estudiantes iban allí durante la época de los exámenes finales por lo que decidían cerrar algo más tarde con la condición de que haya bastante gente. Por desgracia aquel día la había.

-Gracias, continúa por favor.

-Como te iba diciendo, eran las doce cuando mi hermano se pasó a por nosotras, yo le convencí de que podía ir sola a casa y ya que Ashley vivía a cinco minutos de allí la acompañara y que luego se uniera a mí, que no me pasaría nada, él aceptó a regañadientes. La lluvia aumentó y se añadieron rayos y truenos a ella. Iba caminando por una larga calle cuando un rayo iluminó a un hombre en la otra punta. La visibilidad no era demasiado buena pero me pareció que iba encorvado y que sujetaba una botella en la mano. Intenté no darle demasiada importancia y continué andando hacia su dirección.- Una lágrima que empezaba a acumularse amenazó con derramarse.- Cuando estábamos más cerca el uno del otro él levanto la cabeza y  de repente me miró con una sonrisa que no sería capaz de describir, fue en ese momento en el que me di cuenta de que iba más borracho que una cuba. Él aceleró el paso y aunque intenté cambiarme de acera me perseguía, cuando lo tuve delante su olor a alcohol a tabaco y a un olor que debía ser de alguna clase de droga me hizo darme cuenta de la gravedad de la situación. Solamente le hizo falta un “Hola guapa, ¿quieres pasar un buen rato conmigo?” para darme cuenta de lo que planeaba. Las piernas no me respondían, otro rayo iluminó su cara, su sonrisa malévola y fue el trueno que le siguió lo que me hizo poder retroceder, aunque de poco sirvió. En dos grandes pasos me alcanzó y con ansia me desabrochó la cremallera del abrigo mientras yo forcejeaba pese a saber que no me serviría de nada. No era un hombre corpulento para nada, de hecho era muy delgado calvo por la parte de arriba pero con el pelo ondulado y gris que le caía por los hombros. Recuerdo su camiseta de negra y corta pese al frio que hacía. De un empujón me tiro al suelo, me quitó el jersey y de un tirón me desabrochó la camisa.-Estaba llorando y ahora más que hablar sollozaba.-Se puso encima de mí y…

-¿Te violó? Hijo de puta.

-No, por suerte no lo hizo, Ashley tuvo un presentimiento y ambos vinieron corriendo a mi encuentro y pudieron salvarme. Tuvo que sujetar a mi hermano para que no lo matara allí mismo, Llamaron a la policía una vez pudo casi tranquilizarlo.

-¿Y qué pasó con él?

-Lo detuvieron durante lo que debieron ser unos años, pero luego fueron menos. Ese año estuve tan traumatizada que no me atrevía a salir sola a la calle por lo que perdí un año de instituto y cuando empecé a mejorar vi en un periódico que por buena conducta lo había soltado y que todo lo que había tomado en cierto modo fue algún tipo de atenuante en su condena. Yo volví a recaer y mis padres decidieron que lo mejor sería mudarnos. Por eso hoy estoy aquí y por eso a pesar de tener un año más que tú estoy en tu mismo curso. Me separan más de cuatrocientos kilómetros y más de un año de aquello pero aun así hoy sigo soñando con aquella sonrisa, sigo teniendo pánico de aquella noche y de la posibilidad de que pueda volver a repetirse.

-Te juro que jamás volverá a pasarte algo así, no mientras esté aquí.- Cris la abrazó pues no sabía que podía decir y no se le daban demasiado bien esas cosas. Al hacerlo Alex comenzó a llorar con más intensidad en su hombro por lo que dejó que se desahogara mientras le acariciaba el pelo e intentaba calmarla. Poco a poco lo hizo y se tumbaron en la cama aún abrazadas. Aunque ya no lloraba seguía temblando. Así se quedaron dormidas.



Alex se despertó, como siempre, la primera con la luz del alba y observó a Cris dormir, sólo que ese día no se conformó con mirarla y la besó. Pensó que Cris estaba dormida y que no se enteraría, pero se equivocaba.

CONTINUARÁ...

Fdo: GOAT

viernes, 11 de mayo de 2012

DESTINO - CAP.9

Alex se despertó la primera. A juzgar por la escasa luz que entraba por la ventana debía de estar anocheciendo y pensó que tenía que irse a casa, pero cuando ladeó la cabeza estuvo a punto de darse con la de Cris, la cual estaba dormida y con un brazo rodeando la tripa de Alex, pensó que sería alguna costumbre o algo involuntario y no le dio demasiada importancia. Se incorporó lentamente para no despertarla hasta apoyar la espalda en el cabecero de la cama sin separarse demasiado de ella, Cris se removió y se abrazó a ella completamente. Alex se quedó mirándola durante un largo rato aunque a ella le pareció un suspiro. Se sentía relajada, una paz le invadía todo el cuerpo y por primera vez aquel día se sentía bien, realmente bien. Cuando Cris estuvo despierta y lo suficientemente espabilada como para darse cuenta de aquella situación se sonrojo un poco, aunque al mirar a Alex a los ojos el rubor de sus mejillas aumentó considerablemente. Cris carraspeó y dijo:

-Se está haciendo tarde y está anocheciendo, creo que deberías irte o tendrás más problemas con tus padres.

-Vaya, que decepción. Primero te pegas a mí como una lapa mientras duermes y ahora intentas echarme, a ti no hay quien te entienda.

-No es eso pero es que podría pasarte algo.

-No te preocupes, no me pasará nada.

-Más te vale…

Unos golpecitos en la puerta hicieron que las chicas se callasen y prestaran atención a la figura que se encontraba frente a ellas. Era la madre de Cris.

-Perdonar que interrumpa pero antes vi que estabais dormidas y no quise despertaros. Ambas se sonrojaron levemente al imaginar como de juntas estarían mientras dormían.

-Gracias mamá, muy considerada.

-No hay de qué hija, ya lo sabes. Por cierto, ¿Tú debes de ser Alex no? Cris nos ha hablado mucho de ti.

-Espero que bien.

-No lo dudes, por alguna razón que aún desconozco sólo tiene palabras buenas hacia ti.

-Mamá…

-No me regañes hija, es la verdad.

-Tranquila Cris, sabes que no soy de las que se ríen de esas cosas.

-No claro…-Dijo irónicamente Cris.-

-Oye Alex, si quieres puedes quedarte a cenar, hay comida de sobra y nosotros estaremos encantados de conocerte por fin.

-No puede. Tenemos muchos exámenes esta semana y hay que hacer mucha tarea y…

-Vaya hija, que raro. Yo juraría que ayer me dijiste que puesto que es el principio de curso no tendríais exámenes en al menos dos semanas…

-Y yo ya he acabado toda la tarea.

-Estupendo, en ese caso no se hable más. Dame el número de teléfono de tu madre y se lo comunicó personalmente.

Cris puso los ojos en blanco.-Mamá no tienes que hablar con el presidente ni anunciar ningún enlace matrimonial ni nada.

-De momento.-Rió la madre.-

-¿Qué has querido decir con eso?

-Nada hija, era una broma. ¡Qué poco sentido del humor tienes hoy!

-Me cae bien tu madre Cris, ella por lo menos es simpática.-Alex y la madre de Cris rieron.- ¿Entonces podría  llamar usted a mi madre?

-Sólo si no me tratas de usted, me hace parecer mayor.

-Mamá eres mayor.

-Y tu una asquerosa, no te digo.-Dijo sonriendo su madre.-

-Ignórela, está usted fabulosa señora…

-¡Uy! ¡Qué descuido por mi parte! Me llamo Carmen, un placer conocerte. Bueno, vamos a llamar a tu madre y mientras me cuentas algunas cosas sobre ti.

Cris se tumbó en la cama y apoyó la cara sobre la almohada. No sabía cómo debía sentirse, si triste por los problemas de Alex, feliz porque se quedara a cenar o avergonzada por ello. Lo que sí sabía era que la noche sería larga y conociendo a su madre quien sabe si no haría algunas de las suyas. Llegó a la conclusión de que como siguiera pensándolo se iba a poner enferma por lo que decidió darse un baño y relajarse un poco.

Cuando salió del baño llevaba puesto un albornoz (el cual se le desabrochaba y abría al menor descuido) y una toalla sobre los hombros. Se secó el  pelo relativamente rápido, se puso sus vaqueros favoritos aunque un poco gastados junto con una camiseta, la cual tan sólo tenía un par de lavados, y bajó poco antes de comenzar a cenar. A pesar de sus predicciones, la cena fue muy animada. Alex parecía haber encajado perfectamente en su familia, todos la habían acogido con los brazos abiertos, incluso su hermano Dani. Cuando terminaron Alex se ofreció a recoger la mesa, insistió en hacerlo sola pero Cris no se lo permitió y la ayudó. Mientas metían los platos en el lavavajillas vieron por la ventana que estaba comenzando a llover, de repente un gran trueno las sobresaltó a ambas, sólo que Alex empezó a palidecer, de lo cual se dio cuenta Cris e intentó tranquilizarla.

-Tranquila, tan sólo es una tormenta y aquí estarás a salvo. No te irás hasta que no escampe y si hace falta te acompañare yo misma hasta tu casa.

-¡NO! Podría pasarte algo…no puedo permitirlo…-La miró a los ojos y le dijo, con un tono casi de pánico.-Me dan mucho miedo las tormentas.

-No te preocupes, a mí tan bien me dan miedo las serpientes, por ejemplo, todos tenemos miedo a algo.

-No es lo mismo, tu miedo a las serpientes es irracional, provocado porque te de miedo que te hagan algo, sin embargo el mío es distinto, mi miedo está provocado por recuerdos, recuerdos espantosos de una noche de tormenta. Me da miedo que eso me pueda volver a pasar.

Cris la abrazó muy preocupada y le susurró al oído que todo iría bien.
Carmen, la madre de Cris, estaba de nuevo apoyada en el marco de la puerta observando la escena, pero esta vez no interrumpió si no que decidió esperar a que terminaran de hablar.

-Alex, puesto que el parte meteorológico dice que lloverá durante toda la noche he llamado a tu madre y le he pedido permiso para que te quedes a dormir.

-No me parece bien Carmen, sentiría que estoy abusando demasiado de vuestra hospitalidad.

-Mi madre tiene razón, si no dejas que te acompañemos quédate aquí esta noche.

-Hasta Cris está de acuerdo así que no hay más que hablar. Cris llévala a la habitación, enseguida la acondicionaremos para que durmáis las dos.

Ambas se dispusieron a ir hacia arriba pero al pie de las escaleras Cris se detuvo y le pidió que subiera ella sola pues quería hablar con su madre.

-No has pedido permiso para que se quede aquí, ¿no?

-Sí hija, claro que sí.

-Mamá…

-De acuerdo no, pero iba a hacerlo ahora, aun así tampoco hemos visto el parte meteorológico así que…

-Gracias pero aún no sé por qué lo has hecho, la tratas tan bien…

-Se nota que te importa, además parece muy buena chica, me da buenas vibraciones.

-Tú y tus rollos místicos.-Sonrió Cris.- Muchas gracias mamá, en serio.

-No me las des pequeña, y ahora sube con ella, es mejor que no se quede sola estando como está.

-Llevas razón, te quiero.- Y besó cariñosamente la mejilla de su madre.-

-Yo también hija.

Se sonrieron una vez más y Cris empezó a subir las escaleras notando como el pulso le iba frenético.


CONTINUARÁ...

Fdo: GOAT

martes, 1 de mayo de 2012

DESTINO - CAP.8

Cuando Oliver entró en clase se encontró con que las dos chicas estaban apoyadas en los pupitres una enfrente de la otra y hablaban animadamente. Al entrar el profesor el chico esperaba que Cris se sentara con él y así pudieran hablar pero se sorprendió al descubrir que juntaron las mesas y se sentaron juntas, ante eso se puso rojo de rabia y tuvo que controlarse.
Durante toda la clase las escuchó hablar, reírse, discutir sobre ejercicios y problemas de la asignatura y picarse inocentemente la una a la otra pero en una de las ocasiones bajó el tono y hablaron en susurros, así que tuvo que agudizar el oído.

-¿Puedes explicarme algo?-Preguntó Cris.

-Si claro dime.

-Lo de irte… ¿Cuándo sería?

-Ya te lo he dicho, si me lo dan en uno o dos meses, deja de irte por las ramas y pregúntame lo que de verdad quieras saber.

-Quiero saberlo todo.

-Técnicamente no hay nadie que sepa todo, ni siquiera los grandes genios de la historia.- Rió Alex entre dientes.-

-Sabes a que me refiero. ¿Por qué te vas? ¿A dónde? ¿Te volveré a ver?

La última pregunta desconcertó a Alex hasta niveles insospechados pero se recompuso rápidamente y dijo:

-Entiendo que quieras saber todo esto pero ten paciencia, no es el momento ni el lugar para hablar sobre esto, y mucho menos si el cotilla que tenemos delante.

Oliver se removió inquieto y algo avergonzado y simuló prestar atención a la lección.
-Lo entiendo, pero me gustaría que me lo explicaras algún día.

-Te prometo que te lo contare muy pronto, pero ahora atiende o me sentiré una mala influencia y no volveré a sentarme contigo.

Durante el resto de las horas Cris intentaba hablar a Alex pero ésta le cortaba enseguida, no porque no quisiera hablar con ella si no para que no le llamaran la atención a Cris ni la regañaran ni se metiera en problemas.

Por la tarde Cris estaba haciendo los deberes con la música a todo volumen como de costumbre cuando llamaron a la puerta (se enteró porque la canción era algo más lenta y suave y le pareció oír el timbre), como estaba sola bajo a abrir y cuando lo hizo se encontró con Alex la cual parecía triste y decaída.

-¿Qué ocurre?

-Nada, no sé qué hago aquí pero necesitaba hablar con alguien y pensé en ti. Lo siento, ya me voy.

Cris le agarró del brazo  cuando se daba la vuelta para marcharse, le dio la vuelta, le agarró la cara con ambas manos, la miró a los ojos y mientras lo hacía se dio cuenta de que algo en ellos cambió, estaban más fríos, como si Alex se negara a que la viera llorar de nuevo, algo que Cris comprendía, pues a ella le pasaba lo mismo.

-Haber cálmate, sea lo que sea te ayudare y estaré contigo. Pasa, hablaremos en tu habitación.

-No es buena idea. ¿Qué pensaran tus padres?

-Que una amiga ha venido a mi casa. Además que piensen mis padres es cosa mía, y la verdad es que me da un poco igual.

-De ellos depende que te quedes aquí o que te vayas.

-No me voy a ir, te lo prometo, y muchos menos por una tontería así. Lo siento pero tendrás que buscarte una excusa mejor para no estar aquí.

-No quiero buscarte problemas.

-Venga ya ¿Tan poco te gusta mi casa que buscas cualquier pretexto para largarte?
A Alex se le escapó una sonrisa triste, pero una sonrisa al fin y al cabo.
-Bueno, has sonreído un poco, aunque mi broma se merecía algo mejor pero bueno.
Alex al mirarla vio en sus ojos preocupación.
Cuando subieron a su habitación Cris le indicó que se sentara en la cama mientras recogía un poco el escritorio y apilaba los libros y los cuadernos, en realidad no era algo vital pero prefería darle unos minutos a Alex para que se relajara, tranquilizara y pusiera sus pensamientos en orden. Se dio cuenta de que mientras hacia la cosas, la chica que se encontraba en la cama no le quitaba los ojos de encima, parecía analizar cada movimiento, cada gesto, cada expresión, cada mirada y aunque no le molestaba le hacía sentir una sensación rara, la cual era la primera vez que la sentía.

-Haber, cuéntame que te sucede.

-Si en realidad es una tontería pero se me ha juntado todo.

-Empieza por el principio.

-Le he enseñado a mis padres el parte…

Una oleada de un pánico, del cual desconocía su origen, y de culpabilidad le invadieron, Alex, al darse cuenta de ello la sacó de sus pensamientos y le dijo:

-No es tu culpa, fue decisión mía.

-¿Qué te va a pasar? ¿Qué te han dicho?

-Pues me han dicho que si después de todo lo que he pasado no aprendo, que soy una inmadura y todo eso…

-¿Con todo lo que has pasado?

-Amm si… En realidad yo tengo diecisiete años, casi dieciocho. Perdí un año de instituto por causas de fuerza mayor.

-Si quieres contármelo sabes que puedes hacerlo.

-Lo sé, gracias. Pero creo que aún no estoy preparada para que alguien ajeno a mi familia lo sepa, pero si me decido a contarlo serás la primera en saberlo.

-Gracias por confiar en mí después de todo.

-Te lo mereces, me has demostrado que eres una buena persona.

-¿Y qué te va a pasar? Si necesitas que hable con ellos y les explique qué pasó tan solo dímelo.

-Los conozco y sé que si se lo cuentas llamaran a tus padres. Y lo que me puede pasar es que o adelanten el traslado.

-¿Adelantarlo cuánto?

-Todo lo posible, si se lo proponen podrían conseguirlo en una o dos semanas.

-¿Y no es lo que tú querías?

-Antes sí, pero ya no estoy tan segura, te has convertido en un gran apoyo para mí, cuando faltas todo es diferentes, los días son más largos y es como si me faltara algo, sólo quiero que ese día acabe para poder verte al día siguiente. No me imagino no verte nunca más.

-Aunque te cambies te prometo que seguiremos en contacto, quedaremos todas las semanas, no, todos los días. No te será tan fácil despegarte de mí.

-No todo es tan fácil Cris.

-Sí que lo es, pero te niegas a verlo. No te rindas tan fácilmente. No sé por lo que habrás pasado pero nunca más volverás a pasarlo, o al menos no lo pasaras estando sola, no voy a permitirlo. Bueno y cuéntame que más te ha pasado, porque no creo que sea solo esto.

-Nada, que la charla de hoy con Oliver me ha recordado algunas cosas, las mismas que me han recordado mis padres y me han dejado un poco tocada entre todos.

-Pues olvídate de esas cosas, olvídate de tus padres y de Oliver. Ahora solo estamos tú y yo así que qué prefieres, ¿escuchar música aquí o dar una vuelta?

-Escuchar música, pero aviso que llevo un par de noches sin poder pegar ojo…

-En ese caso duerme.

-No puedo hacerlo si no me abrazo a alguien o a algo.

-En ese caso abrázame a mí.

-No me parece correcto.

-No tiene nada de malo, ven aquí y deja de discutir y de llevarme la contraria.

Ante eso no puso más pegas, se abrazó a Cris, esta le devolvió el abrazo. Al poco tiempo ambas se quedaron dormidas.

CONTINUARÁ…


Fdo: GOAT