miércoles, 26 de octubre de 2016

A mis Harmonstiars

Esta es mi peculiar forma de recordar un bonito aniversario y hacerle un pequeño reconocimiento a mi grupo de personas favoritas. Cuando hace un año me imaginaba este día pensaba que pasaría ligeramente desapercibido pero la realidad es que no podía estar más equivocada.
Sois como otra familia, mis niñas, las personas con las que he compartido dramas, alegrías, música y uno de los mejores días de mi vida. Necesito volver a veros al menos una vez más, poder abrazaros y decir que os quiero.
Somos un grupo peculiar; tenemos un Minion, unas hermanas gemelas y otras que lo son aunque no compartan sangre, parejas, cantantes y, aunque parezca increíble, hay hasta alguna hetero. No sé qué nos deparará el futuro, si la escisión de los grupos es inevitables o si dentro de muchos años os acordaréis de mí. Lo que sí sé es que formasteis, formais y formaréis una parte muy importante de mi vida y no voy a olvidar jamás los momentos que he vivido (y que viviré) con vosotras.
Id ahorrando porque al siguiente concierto de las chicas os quiero allí todas, las Harmonstiars nos reuniremos allí otra vez y como la espera se me antoja larga cabe una quedada entre medias.

Ojalá esto os haya sacado al menos una sonrisa.  Espero veros muy pronto. Os quiero.
Siempre vuestra.
Fdo. Una Harmonstiar.


PD: ELCHE REPRESENT!

martes, 4 de octubre de 2016

El sonido del caos

Vaselina y tierra ¡vaya caos!
Ambas guardadas en un tarro con miedo a salir
ambas, con demasiado que ocultar, que sufrir, que sentir.

Ese tarro con una inicial cualquiera grabada
me ha llevado a aquella playa
en la que ni el viento ni el frio
podían hacer menos divina
la visión de las nubes engullendo las montañas
mientras el grafito se deformaba en el papel.

Horas invertidas en metros y autobuses
y en alcohol que nunca llegamos a beber,
que nunca nos hizo ser.
No nos hizo ser mas que gritos por la calle
que denotaban el miedo a perder.

Vaselina y tierra ¡vaya caos!
Nadie pensaría
que podían vivir en perfecta armonía
olvidando las rencillas de un pasado ya quemado

pero cuya llama sigue viva.