miércoles, 13 de mayo de 2015

Carpe Diem.

La historia de Randy Pausch fue contado en una conferencia en la universidad pero su difusión fue mayor por aparecer en The Oprah Winfrey Show, con él comprendí lo materialistas e ingenuos que somos. Pasamos nuestra vida exigiéndonos más de lo que podemos dar; nos exigimos para aprobar a la primera, para sacar mejores notas, para tener el mayor número de matrículas de honor posibles, para ganar todo el dinero que podamos, para que las cosas duren todo lo posible…pero eso no es disfrutar ni vivir. Cuando estas postrado en una cama esperando a que la parca se lleve tu último aliento de vitalidad no recuerdas la nota que sacaste en el último curso de la carrera, cuanto te costó el coche que llevas años sin poder utilizar o las veces que tuviste que repetir un examen. En esos momentos sólo importa que tus hijos y nietos estén a tu lado, que sientas que has disfrutado todo lo que has podido de este camino que llega a su fin en un mar de oscuridad. No deberíamos esperar al final de nuestros días, o a que nos diagnostiquen una enfermedad terminal, para darnos cuenta de todo esto. Si se ha suspendido una asignatura vamos a poder tener la ocasión de recuperarla mil veces más pero si una sonrisa ve su tiempo robado por una lágrima o un buen día por una mala cara, eso sí que no va a volver a nosotros. Porque en este mundo lo único que no puede recuperar es el tiempo y sólo lo vemos cuando el nuestro se ha acabado.
Por favor, sólo pensad qué es lo verdaderamente importante para vosotros ahora que estáis a tiempo.



sábado, 2 de mayo de 2015

Miles de los nuestros.

Una de las peores maneras de empezar un día es con una mala noticia, el lunes comenzamos con casi 4000 a la vez, la suma total de las víctimas de esa semana en el Mediterráneo más las del terremoto de Nepal que se habían contado hasta ese momento y que tras una semana nos encontramos con una posible cifra de 15.000 fallecidos. Si en ambas miles de personas han perdido la vida, ¿por qué a una se le da mayor importancia? ¿Acaso una vida sólo cobra importancia cuando se la lleva una tragedia natural? ¿O quizás es peor que 50 hombres quiten la vida al mismo número de mujeres atormentándolas pero es irrelevante que multitud de gobiernos torturen hasta dejar morir a miles de personas en ese mismo periodo de tiempo? No, la tiranía de esos maltratadores es exactamente la misma que la de esos gobernantes ya que se ensañan contra las víctimas más débiles mientras alaban las decisiones de sus superiores y luego se hacen los ofendidos cuando se les señala con el dedo y se les dicen las verdades a la cara. Está claro que una persona que es capaz de tratar a seres humanos es una persona con cuerpo pero sin alma, conciencia, entrañas ni corazón. Completamente vacía.