“Con este vestido me veo más gorda”, “Hoy no salgo a la calle, me veo
feísima”, “¿A la playa? Bueno pero no me voy a poner bikini, no quiero que me
vean”, “Si muestro mi cuerpo daré asco a todo el mundo, ya me lo doy a mí y eso
es más que suficiente”.
Por desgracia muchas personas saben lo que es decir frases de este
estilo y todo lo que implica. Creemos que somos libres pero en realidad vivimos
encadenados a las modas, a las tallas y al “hoy ya he comido lo justo para no
engordar”. No, da igual que tengas uno o veinte kilos de más, lo único que
puede importar de ahí es que tengas una buena salud pero el aspecto es
completamente irrelevante, es muy triste que las adolescentes de hoy en día
piensen que su felicidad depende de un simple número en una báscula o etiqueta,
que estén dispuestos a dejar de hacer cosas como darse un baño en una piscina o
salir con sus amigos por sus complejos. No les culpo a ellas (sí, a ellas, ya que generalmente se les
exige más a las mujeres por culpa del sistema patriarcal en el que vivimos)
pero tampoco a ellos, son esclavos de sus propios miedos y de los que les han
sido inducidos por los demás hasta el punto de que han costado muchas vidas,
eso es una completa atrocidad.
Los jóvenes están perdiendo el verdadero sentido de la vida, olvidando
que la esencia está en el interior y que a los únicos que les deberían importar
las cifras son a los matemáticos y a los empresarios.
Por lo tanto, si eres una de esas personas que está viendo truncada su
felicidad por culpa de su peso, sus complejos, defectos o de más sólo di “hasta
aquí”, sonríe, levanta la cabeza y que ningún comentario te hunda. Sé que desde
fuera parece muy sencillo pero tampoco lo compliques en exceso, eres una
persona estupenda así que di cinco virtudes por cada dos defectos y verás como
la balanza sale positiva. Me da igual tu talla, tus estrías, el color de tus
ojos o tu pelo, el tipo de música que escuches…sólo me importa la sonrisa que
deberías estar teniendo ahora mismo dibujada en la cara y que quiero que tengas
cada día porque así nadie será capaz de fijarse en nada más. El primer paso para
que los demás te quieran es que lo hagas tú misma (o mismo), no va a tener
ningún efecto positivo en ti que reduzcas tu peso al mínimo porque tu interior
te irá consumiendo lentamente pero si consigues encontrar la paz en ese
interior y sentirte bien contigo misma aun siendo consciente de esas cosas
buenas y malas entonces sí serás feliz porque todo ello forma parte de tu ser y
yo no lo cambiaría por nada del mundo.
Si por el contrario eres de las que no tienen que batallar con esas
dificultades me gustaría pedirte un favor, ayúdame a convencer a la gente que
si los tiene a que son increíbles, que los que intentan hundirles están
equivocados, sé su balsa de aceite en esa profunda tormenta y haz por ellos lo
que te gustaría que hicieran por ti si estuvieras en esa situación. Una sola
voz no puede cambiar el mundo pero si todos la juntamos podremos darle la vuelta
a esta realidad que tanto apesta. Juguemos a algo, ¿a cuántas personas eres
capaz de hacer sonreír en un solo día? Te reto a que nos superes a todos, esfuérzate
pues no será fácil.
No, no te conozco, no sé tu nombre ni tu edad, tu peso, ni siquiera de dónde
eres o cómo has llegado hasta aquí pero te quiero y estoy orgullosa de ti, de
todo lo que has o estás luchando, eres más fuerte de lo que piensas y vas a
llegar muy lejos, cree en tu potencial porque yo lo hago y quiero verte
subiendo a la cima incluso por superándome a mí (recuerda saludarme cuando
pases por mi lado, me alegrará verte). Puedes conseguir todo lo que te
propongas, sólo inténtalo.
Te sorprenderías al saber la repercusión que tiene en alguien un acto altruista de algún desconocido.
Te sorprenderías al saber la repercusión que tiene en alguien un acto altruista de algún desconocido.
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