La puerta, que estaba medio abierta, chocó contra la pared quedando de par en par. Apareció una silueta y aunque no había mucha luz las tres reconocimos perfectamente de quién se trataba, esa mujer loca, y eramos conscientes de que esta era la última oportunidad, o conseguíamos entregarla a la policía o no quiero ni pensar que pasaría con nosotras.
Levantó el brazo derecho y un cuchillo resplandeció ante la tenue luz que iluminaba la habitación. Alex y Cris se miraron con gesto aterrorizado y entendí lo que significaba, miedo por que le pasara algo a la otra, por lo que tomé una decisión, quizás suicida pero sabia que la correcta. Si a alguna le pasara algo la otra no sabría como seguir pero si me pasaba a mi...digamos que tan solo contadas personas se acordarían de mi después de cinco o diez años.
-Señora, he visto a su marido con la calle, he de decir que entiendo que la dejara por ese hombre, está bastante bien, en cambio usted no tanto.- Me levante intentando disimular el temblor de las manos e intentando que mis piernas estuvieran lo suficientemente fuertes como para soportar mi peso. Las chicas me miraron con un gesto que no había visto nunca y que por lo tanto no supe como descifrar.
Cris me tiró del brazo hacia abajo con tanta fuerza que caí al sofá de nuevo y en cuanto estuve a su lado se lanzó encima de mi y me tapó la boca con la mano. La miré a los ojos, me quité su mano de la boca suavemente para tener la oportunidad de decirle algo más.
-Lo siento pero te quiero, os quiero. No me lo tengáis en cuenta.
Debe ser verdad eso de que la adrenalina te concede un poder sobre humano porque cuando vi que esa mujer se acercaba corriendo con la vista clavada en Alex y esta se levantó dispuesta a plantarle cara me zafé de Cris a la que sin darme cuenta le di un puñetazo cuando la empujé al otro lado, fue sin querer pero la dejó algo aturdida y me dio algo de tiempo, mejor un ojo morado que un entierro. Salté del lugar en el que me encontraba al sillón que se estaba a espaldas de Alex, apoyé el pie, me impulsé y mientras saltaba el respaldo del tapizado sofá color beis empujé a la chica, que cayó sobre él. Yo aterricé algo delante de donde ella se encontraba y cuando levante la cabeza lo primero que ví fueron unos ojos grises inyectados en sangre mirándome con ira, odio y dolor.
-Iba a acabar primero con tu amiga desviada pero pensándolo mejor de esta manera aprenderás a mantener esa boquita cerrada, ñiñita.
-Que te jodan, loca.
-Respuesta equivocada.-Dijo susurrándome al oído.
Lo siguiente que note fue una sensación de frío gélido recorriendo mi cuerpo y luego una ola de dolor punzante y cegadora, tanto que no era capaz de ver nada, como si todo se hubiera sumido en la mas oscura penumbra pero me obligué a seguir, no podía permitirme sucumbir a lo que el cuerpo me pedía, caer, porque entonces lo que había hecho no habría servido para nada. Oí a una de las dos chicas gritar mi nombre pero no pude distinguir quién era, estaba demasiado aturdida. Cuando conseguí enfocar la vista para al menos ver borroso me pareció distinguir una sonrisa de satisfacción, como la que te sale al haber hecho bien ejercicio que te preguntó la profesora o cuando no cometes ningún error en el trabajo, lo que me hizo enfurecer aún más.
Le dí un rodillazo en el abdomen y cuando intenté darle una patada en el brazo para que soltase el cuchillo lo esquivó y me hizo otra raja en la pierna aunque extrañamente no me dolía.
-¡Perra! ¡Eran mis pantalones favoritos! ¡Te voy a patear el culo!
Sabía o mas bien notaba que la incisión producida por la cuchilla en el lado izquierdo de la tripa había sido profunda porque era consciente de que estaba empezando a perder una cantidad de sangre considerable y me sentía muy cansada.
Todo debió ocurrir muy deprisa pero yo lo viví a cámara lenta. Vi como apretaba los dientes y acercó el cuchillo a mi cuello pero no era una amenaza, denote en sus ojos las ganas que tenía de acabar con esto, conmigo. Noté como la afilada hoja lo rozaba y comenzaba a cortar las capas de la epidermis pero no tenía miedo por mi sino por que las chicas corriesen la misma suerte.
De pronto la navaja se alejó de mi tráquea, alguien me estaba apartando de él, alguien me estaba empujando hacia atrás. Por el rabillo de mi ojo izquierdo vi a Alex lanzándose hacia ella haciéndole un placaje, como se hacen los jugadores de rugby en un partido, y la espalda de esa endemoniada mujer acabó en el suelo. Alex se giró a comprobar que tanto Cristina, a quien podía notar taponandome las heridas y comprobando mis respiración, y yo estábamos bien. Me costaba mantener los ojos abiertos pero necesitaba hacerlo para ver que a nadie mas le pasaba nada, de vez en cuando intentaba levantarme pero no tenía fuerzas suficientes para luchar contra la chica que se encontraba encima mía y la que, por cierto, estaba muy furiosa conmigo.
Alex no se percató pero la mujer se había levantado y estaba apunto de hacerle lo mismo que a mí, intenté gritar pero tenía la boca demasiado seca y la garganta dolorida por lo que no me salia la voz, aun así Cris entendió lo que intentaba decir y eso hizo ella.
-¡ALEX AGÁCHATE!
Debió ser un acto reflejo pero lo hizo y por suerte solo recibió una raja que no parecía ser muy profunda pero si lo suficiente para cabrearla,la interpelada le dio una patada en la boca, lo que le ayudó bastante el hecho de que le sacara casi una cabeza, y esta vez retrocedió hasta tropezarse con la puerta. En ese mismo instante el brazo de una persona que no pude distinguir inmovilizo la parte superior del tronco de la loca mientras que otro lo hizo por los pies, Alex aprovechó la situación y le propino otra patada en el estomago no sin antes soltar varios gritos acordándose de varios de sus familiares. Apenas podía distinguir nada, Cris se esforzaba por frenar la hemorragia mientras llamaba a la ambulancia y a la policía pero cada minuto que pasaba me sentía mas y mas débil. Ya no podía aguantar mas, notaba como mis musculos apenas tenían fuerza para responder a los estimulos que mi cerebro le mandaba, casi podia notar los los globulos rojos saliendo de mi cuerpo como salen las personas de un edificio en llamas, precipitadamente. Necesitaba beber algo pero sobre todo dormir, estaba completamente exhausta asi que cerré mis ojos sumergiendome en la unica fuente de calor que me proporcionaban las manos de Cris. Tan solo podia oir un poco la situacion, todos tenian un tono de desesperación y creo que escuché varias veces mi nombre aunque no podía jurarlo. Intentaba luchar por manterme consciente pero era incapaz y opte por rendirme. Lo sentía por las chicas y PJ, al principio lo pasarían un poco mal pero se que lo superarían, han pasado por cosas peores, mis padres era otro tema, después de lo de mi hermano se quedarían sin hijos, siempre estuvimos muy unidos y si hay alguien que jamas podrá olvidarme serian ellos. Lo siento papa y mama, os quiero pero no tenía otra opción, sabéis que siempre he cuidado de la gente incluso más que de mi.
Me hundí en la calidez de ese sueño del que no estaba muy segura que pudiese salir algún dia.
Las chicas llevaban razón en una cosa, la fiesta ha sido realmente inolvidable
CONTINUARÁ...?Levantó el brazo derecho y un cuchillo resplandeció ante la tenue luz que iluminaba la habitación. Alex y Cris se miraron con gesto aterrorizado y entendí lo que significaba, miedo por que le pasara algo a la otra, por lo que tomé una decisión, quizás suicida pero sabia que la correcta. Si a alguna le pasara algo la otra no sabría como seguir pero si me pasaba a mi...digamos que tan solo contadas personas se acordarían de mi después de cinco o diez años.
-Señora, he visto a su marido con la calle, he de decir que entiendo que la dejara por ese hombre, está bastante bien, en cambio usted no tanto.- Me levante intentando disimular el temblor de las manos e intentando que mis piernas estuvieran lo suficientemente fuertes como para soportar mi peso. Las chicas me miraron con un gesto que no había visto nunca y que por lo tanto no supe como descifrar.
Cris me tiró del brazo hacia abajo con tanta fuerza que caí al sofá de nuevo y en cuanto estuve a su lado se lanzó encima de mi y me tapó la boca con la mano. La miré a los ojos, me quité su mano de la boca suavemente para tener la oportunidad de decirle algo más.
-Lo siento pero te quiero, os quiero. No me lo tengáis en cuenta.
Debe ser verdad eso de que la adrenalina te concede un poder sobre humano porque cuando vi que esa mujer se acercaba corriendo con la vista clavada en Alex y esta se levantó dispuesta a plantarle cara me zafé de Cris a la que sin darme cuenta le di un puñetazo cuando la empujé al otro lado, fue sin querer pero la dejó algo aturdida y me dio algo de tiempo, mejor un ojo morado que un entierro. Salté del lugar en el que me encontraba al sillón que se estaba a espaldas de Alex, apoyé el pie, me impulsé y mientras saltaba el respaldo del tapizado sofá color beis empujé a la chica, que cayó sobre él. Yo aterricé algo delante de donde ella se encontraba y cuando levante la cabeza lo primero que ví fueron unos ojos grises inyectados en sangre mirándome con ira, odio y dolor.
-Iba a acabar primero con tu amiga desviada pero pensándolo mejor de esta manera aprenderás a mantener esa boquita cerrada, ñiñita.
-Que te jodan, loca.
-Respuesta equivocada.-Dijo susurrándome al oído.
Lo siguiente que note fue una sensación de frío gélido recorriendo mi cuerpo y luego una ola de dolor punzante y cegadora, tanto que no era capaz de ver nada, como si todo se hubiera sumido en la mas oscura penumbra pero me obligué a seguir, no podía permitirme sucumbir a lo que el cuerpo me pedía, caer, porque entonces lo que había hecho no habría servido para nada. Oí a una de las dos chicas gritar mi nombre pero no pude distinguir quién era, estaba demasiado aturdida. Cuando conseguí enfocar la vista para al menos ver borroso me pareció distinguir una sonrisa de satisfacción, como la que te sale al haber hecho bien ejercicio que te preguntó la profesora o cuando no cometes ningún error en el trabajo, lo que me hizo enfurecer aún más.
Le dí un rodillazo en el abdomen y cuando intenté darle una patada en el brazo para que soltase el cuchillo lo esquivó y me hizo otra raja en la pierna aunque extrañamente no me dolía.
-¡Perra! ¡Eran mis pantalones favoritos! ¡Te voy a patear el culo!
Sabía o mas bien notaba que la incisión producida por la cuchilla en el lado izquierdo de la tripa había sido profunda porque era consciente de que estaba empezando a perder una cantidad de sangre considerable y me sentía muy cansada.
Todo debió ocurrir muy deprisa pero yo lo viví a cámara lenta. Vi como apretaba los dientes y acercó el cuchillo a mi cuello pero no era una amenaza, denote en sus ojos las ganas que tenía de acabar con esto, conmigo. Noté como la afilada hoja lo rozaba y comenzaba a cortar las capas de la epidermis pero no tenía miedo por mi sino por que las chicas corriesen la misma suerte.
De pronto la navaja se alejó de mi tráquea, alguien me estaba apartando de él, alguien me estaba empujando hacia atrás. Por el rabillo de mi ojo izquierdo vi a Alex lanzándose hacia ella haciéndole un placaje, como se hacen los jugadores de rugby en un partido, y la espalda de esa endemoniada mujer acabó en el suelo. Alex se giró a comprobar que tanto Cristina, a quien podía notar taponandome las heridas y comprobando mis respiración, y yo estábamos bien. Me costaba mantener los ojos abiertos pero necesitaba hacerlo para ver que a nadie mas le pasaba nada, de vez en cuando intentaba levantarme pero no tenía fuerzas suficientes para luchar contra la chica que se encontraba encima mía y la que, por cierto, estaba muy furiosa conmigo.
Alex no se percató pero la mujer se había levantado y estaba apunto de hacerle lo mismo que a mí, intenté gritar pero tenía la boca demasiado seca y la garganta dolorida por lo que no me salia la voz, aun así Cris entendió lo que intentaba decir y eso hizo ella.
-¡ALEX AGÁCHATE!
Debió ser un acto reflejo pero lo hizo y por suerte solo recibió una raja que no parecía ser muy profunda pero si lo suficiente para cabrearla,la interpelada le dio una patada en la boca, lo que le ayudó bastante el hecho de que le sacara casi una cabeza, y esta vez retrocedió hasta tropezarse con la puerta. En ese mismo instante el brazo de una persona que no pude distinguir inmovilizo la parte superior del tronco de la loca mientras que otro lo hizo por los pies, Alex aprovechó la situación y le propino otra patada en el estomago no sin antes soltar varios gritos acordándose de varios de sus familiares. Apenas podía distinguir nada, Cris se esforzaba por frenar la hemorragia mientras llamaba a la ambulancia y a la policía pero cada minuto que pasaba me sentía mas y mas débil. Ya no podía aguantar mas, notaba como mis musculos apenas tenían fuerza para responder a los estimulos que mi cerebro le mandaba, casi podia notar los los globulos rojos saliendo de mi cuerpo como salen las personas de un edificio en llamas, precipitadamente. Necesitaba beber algo pero sobre todo dormir, estaba completamente exhausta asi que cerré mis ojos sumergiendome en la unica fuente de calor que me proporcionaban las manos de Cris. Tan solo podia oir un poco la situacion, todos tenian un tono de desesperación y creo que escuché varias veces mi nombre aunque no podía jurarlo. Intentaba luchar por manterme consciente pero era incapaz y opte por rendirme. Lo sentía por las chicas y PJ, al principio lo pasarían un poco mal pero se que lo superarían, han pasado por cosas peores, mis padres era otro tema, después de lo de mi hermano se quedarían sin hijos, siempre estuvimos muy unidos y si hay alguien que jamas podrá olvidarme serian ellos. Lo siento papa y mama, os quiero pero no tenía otra opción, sabéis que siempre he cuidado de la gente incluso más que de mi.
Me hundí en la calidez de ese sueño del que no estaba muy segura que pudiese salir algún dia.
Las chicas llevaban razón en una cosa, la fiesta ha sido realmente inolvidable
By: GOAT