Estaba tan eufórica que desayuné, limpié la casa y me arreglé en tiempo récord mientras daba alaridos intentando cantar las canciones que tenía a todo volumen en la tele y que seguramente habrían despertado a todos los vecinos, "guay, un motivo por el que no me miraran cuando me los cruce".
Cuando abrí la puerta para salir de casa PJ ya estaba a escasos metros de ella y me miró con cara de pocos amigos, posiblemente me echaría la bronca por salir sola, muchas veces me pregunto que haría si supiera que en mis noches de insomnio me salgo al porche o me subo el tejado para poder pensar o simplemente para despejarme, posiblemente estaría días sin hablarme hasta que las chicas se pusieran de mi lado, siempre y cuando ellas no se enfadaran mas que él, claro. Estaba decidido, sería mi pequeño secreto.
Nada más tenerme delante empezó a negar con la cabeza, signo inequívoco de que me regañaría por lo que le puse un dedo en la boca con un gesto tan aniñado como pícaro, le miré a los ojos y él me devolvió la mirada. Funcionó, no dijo nada, tan sólo suspiró y cedió ante mi súplica.
-El autobús en el que viene mi amigo está a punto de llegar, ¿te parece si cuando lo recojamos le enseñamos un poco la ciudad y vamos a comer algo?
-Claro, no hay nada mejor que hacer hasta las siete y así vamos cogiendo confianza.
El trayecto fue raro, PJ siempre parecía dispuesto a hablar y a decir tonterías pero hoy caminaba encorvado, con las manos en los bolsillos y cabizbajo. Odiaba tanto verlo así que casi dolía, casi. Debía distraerlo hasta que fuese capaz de contarme que le pasaba y por ello le saqué el primer tema que me vino a la cabeza.
-Oye, ¿y como se llama el chico misterioso al que conoceré en apenas un rato?
-Se llama Logan Jared pero con que lo llames sólo con uno de ellos vale, hay gente que hace la broma de LJ y PJ pero verdaderamente poca gente aparte de mi le llama así, no le gusta mucho y solo le deja a los más allegados.
-¿Y cómo es?
-Mira hacia delante, lo tienes enfrente
¿Enfrente?¿Qué quería decir con eso? Lo entendí todo en cuanto levante la vista. Iba tan ensimismada observando su comportamiento que no me había dado cuenta de que habíamos llegado a la estación de autobuses y enfrente de nosotros había un chico bastante curioso, todo lo contrario a cómo me lo había imaginado pero no decepcionaba en absoluto. Algo más alto, mas corpulento y con el pelo mas largo que PJ, con una piel clara y morena, y unos ojos marrones pero algo verdes a la luz, muy bonitos y diferentes. Su sonrisa era blanca como esplendida, como la de esos anuncios de dentífricos milagrosos. Llevaba una camiseta de color azul, solo que el pecho era más claro salvo por el sello de lo que parecía ser de una universidad de varios tonos mas oscuros al igual que las mangas, las cuales llevaba arremangadas debido al calor que hacía hoy.
Al principio pasó un poco de mí para saludar a su amigo chocándose las palmas y dándose un abrazo rápido, algo típico de los chicos. Me sorprendió cuando se dio la vuelta y me toco el hombro, ya que estaba de espaldas a él y no podía verlo. Me giré sorprendida lo cual aumentó cuando me plantó dos besos, después de eso se presentó.
-Hola, soy Logan Jared pero puedes llamarme Logan, todo el mundo lo hace. ¿Hola? Tierra llamando a Aroa.
-Sabes mi nombre - no era un pregunta sino una afirmación.
-Cada vez que hablo con PJ me cuenta cosas de todas vosotras.-Tras eso no le puso muy buena cara a su recién llegado amigo.
-Vaya debo sentirme importante entonces. Ya que todo el mundo te llama así yo te llamaré Jared, ya que no te gusta LJ, encantada de conocerte.
-Eso es solo para la gente exclusiva. Bueno enseñadme algo más de la ciudad que la estación ya la tengo muy vista.
En el fondo Jared se sabía la ciudad incluso mejor que yo pero se notaba que le gustaba verla con una visita guiada para admirar lo que había cambiado y recordar lo que seguía igual.
La comida fue muchísimo más entretenida de que nunca habría imaginado, era un muchacho muy agradable y siempre estaba bromeando con nuestro amigo o conmigo, siempre tenía una palabra y una sonrisa que mostrar, al menos eso parecía de lo poco que lo conocía aún. Después de tomar algo dimos otro paseo y cuando nos quisimos dar cuenta eran las seis por lo que decidimos caminar hacia casa de las chicas para ir sin prisas y llegar un poco antes para poder ayudarlas más. A las seis y media estábamos tocando al timbre. La puerta se abrió incluso antes de que dejara de llamar y ahí plantadas estaban las dos, Alex rodeaba a Cris con su brazo y sonreían pícaramente, todos sabíamos lo que aquello significaba, bueno casi todos, era gracias a la compenetración que ya teníamos y al verlas así todos sonreímos, hasta Jared, era una sonrisa contagiosa incluso para PJ aquel día, que era la primera vez que lo veía sonreír con tantas ganas. Quería decir una cosa muy sencilla: la fiesta había comenzado.
Por lo que nos contaron sabían que llegaríamos antes de la hora por lo que ya tenían lo básico preparado. La sala en la que nos encontrábamos era un gran salón situado en la planta mas baja de la casa y con apenas luz natural, era bastante rústico y estaba unido a la cocina salvo por la barra americana que se situaba entre ellos.
El chico nuevo se presentó con más timidez de lo que lo había hecho conmigo y eso fue algo que me llamó la atención, sin duda. Debió ver la sorpresa reflejando en mi rostro porque me sonrió tímidamente y bajo la mirada hacia sus zapatillas. La verdad es que durante todos los preparativos el muchacho se movía bien, es decir, que ayudó mucho, y eso añadido a que transmitía muy buen rollo daba como resultado un gran número de bromas, salvo en PJ, quien parecía algo molesto por ello. Aunque intentaba disimularlo yo me daba cuenta, es lo que tiene pasar tanto tiempo con él.
-A tí te pasa algo, que me he dado cuenta.
-¿A mí? En absoluto, no sé porque lo dices.
-Deja de hacerte el duro que te he calado, estás muy serio y con mala cara. Bueno, con peor de lo normal.-Un atisbo de sonrisa recorrió su rostro mientras por mi cuerpo paso una leve sensación de alivio.-Eso ya está mejor chico duro, para una fiesta que hacemos no vas a tener esa cara, me niego, así que vamos ponte esto -dije colocándole un sombrero mariachi que había por ahí y que le tapaba casi media cara. Con ese aspecto me recordó a un niño con ganas de jugar a los indios y vaqueros, estaba graciosísimo y esa cara de resignación fingida me hizo querer reír y querer abrazarle.-Te he hecho sonreír un poquito, merezco un premio.
-¿Un premio como cuál? Porque claro, debe ser proporcional.
-Mira que eres malo. No se la verdad, un abrazo por ejemplo.-Me hice la desinteresada pero me pilló, como dije antes pasábamos demasiado tiempo juntos y nos conocíamos mejor el uno al otro que a nosotros mismos.
-No disimules haciendo como que te da igual cuando en verdad estas deseando abrazarme, problemas.
"Problemas" era como me llamaba de forma cariñosa últimamente porque decía que que atraía a los problemas hacia mí y los de mi alrededor sentían la obligación de ayudarme pero nunca entendí muy bien eso la verdad y eso me sacaba un poco de quicio algunas veces pero sabía que iba sin maldad.
-Quizás tenga ganas de abrazarte pero ni tantas ni por el motivo que piensas, no me gusta verte así
-¿Así con el sombrero ridículo que me has colocado?Si quieres me lo quito.
Había comenzado a quitárselo cuando le paré su mano agarrándola con la mía.
-¡No seas tonto, sabes a que me refiero!
Empezó a reírse y supe por qué lo hacía al ver que miraba a su mano junto a la mía. Iba a hacer una de las suyas.
Consciente de que lo estaba aferrando con fuerza soltó el gorro y tiró de su mano hacia atrás, como el bien sabía yo no la solté por lo que me empotré contra su pecho quedando mi cara a pocos centímetros de la suya, sonrió y me rozó la mejilla con sus labios, enterró su rostro entre mis cabellos y su cálido aliento erizó el vello de mi cuello. No tenía la menor duda de que pretendía pero seguro que meterse conmigo.
-Te dije que estabas loquita por mí.
No pude evitar reír ante aquella situación.
-Eso es lo que tu quieres, aunque buena suerte, dicen que si deseas algo con todas tus fuerzas se cumple.-¿De veras eso acababa de salir por mí boca? Si me lo hubiesen contado no me lo habría creído, no soy de la clase de chicas que va tonteando por ahí con los chicos y no fui la única que lo notó.
-Guau, te tengo dicho que no bebas, que no te sienta bien.
Por suerte una voz que venía de atrás me salvó, era Alex y le estaría eternamente agradecida.
-¡Eh tortolitos! Venid un momento. Está todo preparado pero falta algo de hielo, me he ofrecido yo a irme yo pero Jared casi me mata, no quiere que salgamos solas a la calle y eso me hace sospechar que le has contado lo de la loca esa.
-¿Tú también le llamas Jared por salirte de la norma?
-En el fondo sabes que somos iguales.-Dijo guiñándome un ojo y sonriendo.
-Yo acompañaré a LJ a por hielo, aun así no os preocupéis, no queda lejos e intentaremos venir lo más rápido posible -intervino PJ- LJ coge la chaqueta, nos vamos pitando, no quiero dejarlas solas mucho tiempo. Alex nos llevamos las llaves.-Tras eso le dio un beso en la mejilla y se fue dejando a la chica con cara de póquer, por lo que deduje que era de los primeros.
* * *
-Bueno y ahora entre nosotras y tu, ¿entre vosotros hay algo verdad?
-¿Entre nosotros? Especifica Cris.
-Sí, entre PJ y tu. Se os veía muy acaramelados hace un momento y con eso de que pasáis tanto tiempo juntos pues...
No pude evitar reírme, me parecía algo tan surrealista que PJ y yo tuviéramos algo algún día que me salió sin poder remediarlo.
-En absoluto, ninguno sentimos nada el uno por el otro, pasamos tiempo juntos por culpa de esa mujer acosadora y tengo la sensación que su corazón esta ocupado por alguien desde hace tiempo, cuando ni siquiera me conocía a mí. Por otra parte lo de antes sólo era un juego.
-Un juego dice, yo solo juego así con Cris.-La interpelada le dio un golpe en el brazo.-No es mi culpa si es cierto Cris y estamos en confianza mujer, no seas sosa.
-En fin, volvamos a lo de antes. ¿Por qué crees que quiere a alguien?
-Por lo que tu dijiste antes, pasamos mucho tiempo jun...
Un extraño ruido nos hizo callarnos de golpe, estábamos analizando la situación mientras hablábamos con miradas. No podían ser los chicos porque hacía apenas diez minutos que se fueron y además el ruido fue de cristales haciéndose añicos, los cuales supuse que vendrían de una ventana y posiblemente alguien la habría roto para entrar en casa.
Yo me encontraba de espaldas a la puerta y todo sucedió tan rápido que sino hubiese sido gracias a la adrenalina no habría tenido tiempo reaccionar. Alex me empujo del hombro hacia atrás y caí de culo donde segundos antes había estado sentada ella e instintivamente abracé a Cris para intentar protegerla pero se zafó y al final fue ella la que cubría mi menudo cuerpo con el suyo. Para salir ilesa de esto necesitaríamos mucha inteligencia y algún que otro milagro, si es que eso verdaderamente existía.
By: GOAT
CONTINUARÁ.
By: GOAT