-Te quiero Alex. Quédate aquí, conmigo.
-No puedo Cris.
-Querrás decir que no quieres. Te quiero, por favor no lo
hagas.
-Ahora quiero hacerlo más aún. He estado soñando con este
momento desde hace mucho tiempo pero sé que lo dices porque estás confundida,
en realidad lo único que sientes por mi es aprecio, cariño…amistad.
-No, es la primera vez que tengo algo tan claro como esto.
¿Quieres que te lo demuestre?-Pero no le dio tiempo a contestar, simplemente se
lanzó a sus brazos, a sus labios y se dejó llevar.-
Alex se resistía al primer beso, al segundo, al tercero…pensaba
que cediendo solo lograría confundirla más pero al quinto lo único que pudo
hacer fue perderse en sus labios, esos que tanto ansiaba.
-Estoy completamente enamorada de ti Cris, pero…
-Shh calla, ya tendremos tiempo de hablar después. Olvídate
del mundo por un momento.
-No puedo hacerlo.
-¿Por qué?
-Porque tú eres mi mundo pequeña.-Le apartó un mechón de
pelo de la cara y esta vez fue ella quien la que siguió besando a Cris, no podía
dejar de hacerlo, cada vez que le daba uno quería dos más. Tenía sed de algo
que solo le aportaban esos fantásticos labios.
Una vez se hubieron separado era hora de aclarar unos
cuantos detalles más, pero nada importante,
se dieron las buenas noches siendo conscientes de que ninguna podría
dormir y se acurrucaron juntas en una cama. Notó que Cris tenía algo de frío y
se incorporó para ir a por unas mantas y a encender la calefacción pero la otra
chica la detuvo cogiéndola de la mano por lo que Alex la tapó con su
sudadera y la acercó más a ella con el
pretexto de que tenía que entrar en calor aunque Cris sabía que lo que en
verdad quería era sentirla cerca por lo que tampoco puso ninguna objeción.
Estaba realmente bien en sus brazos.
La noche transcurrió extrañamente rápida.
Ya era por la mañana y pese a que intentaban retrasar este
momento ya no podían, debían despedirse ya.
-Te voy a echar de menos a ti y a tus consejos, me pregunto
quién me hará entrar en razón ahora.
-Soy yo la que empieza de nuevo en otro lugar pequeña.
Además me seguirás teniendo aunque no esté aquí.
-No te engañes, no estarás aquí que es lo que yo necesito,
estando allí no podrás ayudarme igual.- Cris se calló al ver que estaba a punto
de hacerla llorar.- Pero bueno, no te preocupes que estaré bien.
Alex intentó sonreír pero una lágrima le recorría la
mejilla. Cris la abrazó y la volvió a besar una vez más. Una última vez.
***
Habían pasado seis meses y ya era verano. Cris se enfrentaba
hoy a su último examen del curso para el que llevaba una semana preparándose.
Desde que Alex se marchó se había intentado volcar en sus
estudios para poder distraerse pero aun así no podía; sacaba buenas notas
generalmente sí, pero se negaba a ser sociable, apenas salía de su casa, no se
había esforzado en hacer amigos y en clase estaba distraída pensando es sus
cosas (en su “chica”). Tan sólo había hablado con ella un par de veces pese a
que Alex la llamaba todos los días pero, o se hacía la dormida o le decía a
Dani que le dijera que no podía ponerse y al final acababa su madre con el teléfono
pegado a la oreja hablando con su nueva y joven amiga o con la madre de esta y
cuando acaba la miraba y siempre le decía ‘’por mucho que me lo expliques no
puedo entender porque no quieres hablar con ella hija’’ a lo que esta decía:
-Te lo he explicado muchas veces mamá. La quiero muchísimo,
ya sabes que era mi…mejor amiga pero soy de las que creen que las relaciones a
distancia no funcionan y sé que tarde o temprano se acabará cansando de llamar
y de preocuparse por mí y podrá rehacer su vida, al igual que yo…algún día
-Cariño, han pasado seis meses y ni ella te ha dejado de
llamar ni tú la has olvidado así que deberías quitarte ya esa idea
-¡Nunca mamá nunca! Ella debe olvidarme y tal vez si dejara
de telefonearnos ya lo habríamos hecho ambas.
En ese momento era cuando Cris se iba a su habitación,
pegaba un portazo, miraba una foto de ella con su ‘’amiga’’ y rompía a llorar.
Era consciente de que cada vez que lo hacía algo se rompía en su interior, quizás
fuese el muro de hielo que intentaba construir para que no le doliese su
pérdida. Sabía que no debía mirarla pero al hacerlo revivía ese momento y es
como si estuviera a su lado, con el brazo de Alex en su hombro mientras le
miraba de aquella forma tan intensa y con aquella sonrisa tan bonita mientras
que ella le sonreía a la cámara. Sin duda extrañaba esos momentos irrepetibles
con ella. Dolorosamente irrepetibles. Había momentos en los que no podía más y
miraba todas y cada una de las fotos que tenía de ella y que poco a poco fue
recopilando.
El examen se encontraba delante de ella y se le estaba dando
realmente bien, tan sólo le quedaba terminar la última pregunta cuando cayó en
la cuenta de que aquella no era su mesa si no la de… ¿Alex? No, no podía ser,
sería demasiado. Decidió terminar el examen y después para pasar el tiempo leyó
algunas cosas que había garabateadas en ella. Debía reconocer que había muchas
como nombres, dibujos sin sentido y muchas cosas de novios (como ella solía
llamarlas). Una en concreto le llamó la atención, era pequeña y en una esquina,
justo en la que ella solía sentarse en los cambios de clase, podía ser de mucha
gente sí pero sabía que podría reconocer aquella caligrafía en cualquier lugar,
era pequeña pero muy ordenada y bonita. La frase rezaba ‘’ ¿Casualidad o destino?’’
-Buena pregunta pequeña- susurró Cris.-
Pasó todo el día en su mundo y al ir a cenar apenas prestó
atención a nada hasta que sus padres le dijeron que tenían que hablar con ella.
-¿Qué ocurre papá? Me estas asustando.
-No te preocupes. Es sólo que…mira tu madre y yo nos hemos
dado cuenta de que te cuesta vivir aquí, todo te trae recuerdos y pareces un
alma en pena.
-Hasta un ciego se habría dado cuenta.
-Calla Dani, esto es serio.
-Perdón…
-Como iba diciendo, puesto que no hay nada ni nadie que te
una a este lugar que creo que lo mejor es que nos mudemos. La decisión es
vuestra chicos, vosotros elegís si nos vamos o nos quedamos.
-Yo opto por irnos –intervino Dani- Cris, se nota que no
estás bien y si yéndonos mejoras un poquito me daré por satisfecho.
Cris miró dulcemente a su hermano y comprendió que le dejó
el peso de la decisión, pero que estaría dispuesto a empezar de cero otra vez
solo por ella.
-Bueno pues si el mico este está de acuerdo no seré yo la
que se oponga, larguémonos de aquí.
-¿Estás segura cariño? Aquí tienes muchos recuerdos.
-Mamá estoy acostumbrada a esto y creo que me vendrá bien.
-En ese caso perfecto, ya tenemos una casa alquilada y la
mudanza casi arreglada, mañana empaquetaremos y pasado estaremos instalándonos
en nuestro nuevo hogar. ¡Qué emoción!- Su madre estalló de alegría y aquello
era raro ya que odiaba los cambios por lo que se quedó con cara de póker.-
-Sabíamos que ambos aceptaríais así que llevamos un mes organizándolo
todo
Aquella noche no pudo dormir ya que estaba dándole vueltas a
todo. El día siguiente pasó fugazmente y más aun la semana que pasaron
organizando su nuevo hogar. La verdad es que la casa le parecía espectacular.
Era lunes y lo único que les quedaba por hacer era comprar unas cosas pero ella
estaba muy cansada por lo que decidió quedarse en casa pese a que su madre le
había encargado labores de jardinería en el patio de fuera. Aun no tenía copia
de las llaves de casa por lo que dejó la puerta entreabierta.
Llevaba una hora cuando el cielo empezó a amenazar tormenta
y una ráfaga de aire le cerró la puerta. Perfecto, encerrada fuera de casa, la
paradoja perfecta. Y de pronto comenzó a diluviar. Más perfecto aún. Un
flashback de la noche de tormenta con Alex la sacudió pero un grito la sacó de
sus pensamientos. La vecina de la casa de enfrente estaba cruzando la calle
mientras le decía que podía pasar a su casa mientras esperaba a que sus padres
viniesen. Cuando estuvieron dentro la chica se quitó la capucha y Cris se quedó
anonadada. No era una chica, era su chica.
-Mi madre y la tuya organizaron todo para que vinieras aquí.
-Debo darles las gracias a ambas.
Se fundieron en un largo un apasionado beso.
-¿Casualidad o destino?- susurró Cris casi sin apartarse de
sus labios.-
-Destino, sin duda destino.
Y ambas supieron que jamás querían volver a separarse.
…¿CONTINUARÁ?
Fdo: GOAT