lunes, 13 de agosto de 2012

DESTINO - CAP.12


Después de la discusión de aquella mañana Cris pasó varios días sin hablar con Alex y por mucho que Alex quería arreglarlo la otra chica, aunque no sabía porque, se sentía traicionada y herida. Poco a poco y durante las dos semanas siguientes había conseguido calmarse un poco, todo había vuelto casi a la normalidad pero aún le guardaba algo de rencor que lo transformaba en forma de golpes bajos como “para el tiempo que te queda aquí qué más da” o “no te preocupes, mejor quedamos, ya tendremos tiempo de hablar por teléfono dentro de poco…o tal vez no”. Alex intentaba ignorarlos todos pero había uno que le había sacado de quicio, se lo dijo días atrás, fue un “si te importara tanto como dices no te irías” el que desató su furia y pese a que Cris se arrepintió desde el primer momento en el que sus labios pronunciaron esas palabras pero a Alex ya no le valían, algo en su interior se enfureció al oír eso, al notar tanto egoísmo pero en lugar de oír ni decir nada la miró a los ojos y vio en ellos arrepentimiento junto con un susurro casi inaudible pero que entendió perfectamente “lo siento”. Se marchó sin mediar palabra y Cris no supo de ella durante otra semana interminable. Alex no le cogía ni el móvil ni el fijo y tampoco contestaba a sus mensajes de texto ni a los recados que le daba a sus padres cuando eran ellos los que esporádicamente contestaban. Una semana desaparecida completamente, sabía que estaba bien o al menos era eso lo que decían sus padres, que ya le contaría ella misma el porqué de esta ausencia aunque conforme pasaban los días más se convencía de que se había ido y que esta vez sí que fue por su culpa, por su maldito rencor y por su falta de cabeza. El pensamiento de haberla perdido cada vez era más fuerte y durante esa larga semana que se le tornó años apenas comía, dormía por agotamiento y apenas hacía los ejercicios para el día siguiente y estudiaba los exámenes pero en clase estaba ida y solo recordaba los momentos junto a ella y notaba una ausencia detrás de su espalda, fuera de su cuerpo, en la mesa de detrás de ella donde antes estaba sentada Alex y que ahora estaba desangelada. A pesar de que su padre y su hermano Dani desconocían que le pasaba y se lo atribuían al estrés del instituto, su madre supo casi desde el primer momento que le pasaba y así se lo dejaba ver a ella con sus miradas, unas veces inquisitivas, otras de apoyo, o simplemente de compasión pero nunca dijo nada y eso fue lo que más le hizo sospechar a Cris de que sabía algo más que ella, que alguien se había puesto en contacto con su madre.

El sábado por la tarde recibió un escueto sms que decía:

Te espero en mi casa a las 10. Te lo explicare todo detenidamente y resolveré todas tus dudas. Un beso.
-Alex

Debía reconocer que no era mucho pero eso quería decir que seguía en la cuidad y que volvería a verla y estaba tremendamente feliz por haber recibido ese mensaje pero algo en su interior le decía que algo iba mal; las miradas de su madre, la extraña desaparición de Alex durante una semana y esa frase, resolveré todas tus dudas le recordó algo que dijo hace un tiempo: “Mira Cris te prometo que te voy a contestar a todo esto pero no hoy. Creo que has conseguido más respuestas de las que esperabas entre anoche y ahora, te lo ruego, dame un respiro.” Y Cris sabía perfectamente que había querido decir con eso, que se lo respondería cuando se fuera de la cuidad y probablemente no volvería a verla.
Aún así se vistió con sus mejores vaqueros, una camiseta negra y ajustada, sus convers dudó si coger una chaqueta pero puesto que el frio ese año se estaba retrasando un poco, que sus padres insistían en que la llevarían en coche y que estaría resguardada del frio en casa de Alex optó por no llevársela. Le dijo a su madre que no sabía a qué hora llegaría a casa y ella lejos de ser tajante y discutir con ella le dijo que si lo veía necesario se podía quedar a dormir allí que ya estaba todo hablado. Perfecto, eso confirma sus sospechas. Si su madre se había puesto en contacto con alguno de ellos a saber de qué más habrían hablado. Ese asunto no era prioridad, no quería llegar tarde así que se bajo del coche, se metió más manos en el bolsillo para disimular el temblor que le sacudía el cuerpo y le erizaba el vello de los brazos. Llamó a la puerta y se dijo a sí misma que sería firme pero en cuanto Alex abrió la puerta y la vio sonreír frente a ella se olvidó de todo y se lanzó a sus brazos.

-Echaba de menos tenerte tan cerca, rodeándome tan fuerte con tus brazos, sintiendo tu cara cerca de la mía, impregnarme de tu olor.- Le susurro Alex al oído.-

-Es una cursilería lo que acabas de decir, no te pega con tu fachada de malota y todo ese rollo que tienes.

-Lo sé pero me encanta decírtelas, la sonrisa que pones, esa tan bonita y el brillo en tus ojos que podría iluminar cualquier sitio por oscuro que sea.

-Sigue siendo una cursilería pero es cierto que me encanta.

-No hace falta que lo jures. Ahora pasa, cojeras frio y además tengo que mantener la fachada de dura delante de tu madre.- Dijo Alex y señalando con la cabeza más allá de Cris, detrás de ella.-

-¡Adiós mama,  te agradecería que dejaras de cotillear de vez en cuando! – Chillo Cris mientras la despedía con la mano. Casi se imagino a su madre poniendo los ojos en blanco, arrancó y se fue haciendo el mismo gesto que su hija hace unos instantes.-

-¿Quieres tomar algo?- ofreció la anfitriona de la casa a su invitada-

-No gracias, he intentado cenar en casa pero tengo el estomago cerrado.

-Por alguna razón me siento culpable de que lo tengas así.- ironizó Alex-

Cris, que no había dejado de sonreír desde que vio a Alex, dijo riendo: -Tal vez sea porque es tu culpa.-

-Jamás podre perdonármelo…en fin… ¿bajamos al cuarto de abajo? Ahí podremos hablar tranquilamente sin que nos moleste nadie.

-Como tú quieras, es tu casa al fin y al cabo.

-También es la tuya.- Dijo Alex mientras le guiñaba un ojo-

Alex encendió la luz y bajó la primera, con Cris justo detrás, para indicarle donde se encontraba la habitación que había dicho. Cuando pasaron Cris se quedó impresionada por la magnitud de aquel lugar; era muy amplio, tenía dos sofás en forma de L, una mesa de madera enfrente de ambos y, al fondo  pegadas a la pared, tres camas; una normal, otra encima y otra cuya colocación le sorprendió mucho a Cris pues estaba colocada en horizontal pegada a los pies de la otra cama. Alex debió de ver la expresión de la cara de Cris pues dijo:

-Esta sala es una mezcla de salón-dormitorio. Mi hermano solemos dormir arriba pero cuando hay invitados les dejamos nuestro cuarto para que duerman ahí y si falta alguna cama se viene aquí con nosotros. Cuando no los hay es nuestro salón. Yo suelo estar cuando no hay nadie ¿sabes? Este lugar es como mi santuario, me ayuda a pensar y me relaja estar aquí. Siéntate anda, hay cosas que hablar y no quiero alargar esto más tiempo.

-Sí, es como hacerse la cera, cuando antes tires menos sufres.

Se vislumbró una tímida sonrisa, bajo la cabeza, levantó la vista, la miro a los ojos y asintió.


Alex se esperaba que la otra chica dudase y le diese vueltas a las cosas antes de empezar a decir nada, por eso le sorprendió tanto la seguridad con la que empezó a preguntar, a pesar de tartamudear a causa de los nervios y el miedo.

-¿Te…te vas a ir?

-Si

-¿A dónde?

-Lo siento pero dijiste que no querrías saberlo así que no te lo diré

Pareció dudar pero continuó.- ¿Cuándo?

-Mañana, o pasado a más tardar.

-Mi madre lo sabe.- No era una pregunta si no una afirmación.- Lo ha sabido todo antes que yo.

-Así es, pero no por lo que te piensas. Me sirvió de aliada para enfrentarme a Oliver. Te mantuvo en casa el tiempo suficiente para que yo organizara todo y ‘’hablara’’ con él.

-¿Qué le has hecho?

-Simplemente he querido asegurarme que ya que no voy a estar aquí para defenderte al menos no tengas problemas y mucho menos por él. Su novia no era de nuestro instituto por lo que tuve que buscarla para hablar con ella. No sabía nada y se quedo bastante afectada por todo lo que te hizo a ti y a ella. Días después vino Oliver buscándome para echarme la culpa de que su chica cortara con él, no pude reprimirme y discutimos. Le dijo que no tenía derecho a hacerle eso a su pareja ni a jugar con tus ilusiones por sus simples intereses. La cosa fue a más y acabé dándole un puñetazo por atreverse a menospreciarte. Lo siento pero no pude remediarlo. En la siguiente parte fue cuando mas necesite a tu madre, me ayudo a pegar carteles por todo el instituto con frases sobre lo que había dicho o hecho. Tuvo el efecto deseado, su popularidad se ha desplomado y ahora es el chico más odiado del instituto. He oído que va a cambiarse de centro de estudio en un par de días. No te dará más problemas.

-¿Por qué?

-¿Por qué qué?

-¿Por qué te vas? ¿Por qué te has enfrentado a Oliver por mí? ¿Por qué me has tratado bien hasta cuando no te caía bien? ¿Por qué…todo?

-Tenías que hacer esa pregunta.- suspiró Alex.-

-Es la más importante.

-Verás…nunca me has caído mal. La primera vez que te vi en el salón de actos me pareciste la chica más hermosa que he visto jamás. Tu mirada me atravesó el alma y sentí que te conocía desde…siempre. Lo de que no te aguantaba fue una estrategia, tu no sabías quien era, ni yo quien eras tú pero, si conseguía que me prestaras atención aunque fuera odiándome sería un comienzo, luego intentaría caerte bien pero a pesar de todo lo que te decía y lo que te hacia me seguías soportando. Siempre tenías palabras o miradas de ánimo para mí. Desde aquel primer momento supe que te tenía que proteger pasase lo que pasase, intente advertirte de Oliver pero no me hiciste caso, y cuando lo del parte…no podía permitirme que tuvieras un mísero problema. Me importabas demasiado.

- ¿Te mataba que hablara de Oliver verdad?

-Al principio no demasiado, pensaba que solo era un capricho pero luego al ver tus miradas hacia él, la forma en que te trataba y en la que caías rendida a sus pies, como os acercabais, como os besabais…-hizo una mueca de dolor al pronunciar esas palabras.-

-¿Y cuando me empujaste contra la pared?

-Fue un impulso, quería sentirte cerca, ver tus ojos y…

-Y besarme. Supongo que pensaste que estaba dormida pero sé que me besaste.

Alex carraspeó y se recompuso como pudo.- ¿Tú por qué me empujaste?

-No lo sé. Estaba llena de una rabia que no podía explicar y tus comentarios y fachada de pasota solo hacían que crecieran. Fue un impulso. Pero no te escaquees, hay algo que aún no me has contestado.

-Básicamente quiero irme porque te amo Cris. He intentado ser tu amiga, apoyarte con tu pareja cuando en realidad me moría de celos y tenía que aguantarme hasta llegar a mi casa o quedarme sola para poder llorar o despotricar.

-¿Por tu fachada?

-No, porque si lo hiciera delante de ti no entenderías nada, te preocuparías y no quería eso. Además tampoco podía decirte que te quería, podría haberte perdido para siempre.

-Como si no fuera eso lo que está a punto de pasar.

-Tal vez sí, pero no puedo seguir fingiendo que no siento absolutamente nada por ti, que no eres el amor de vida.

-Tan solo tienes 18 años, ni siquiera has vivido aún.

-Cierto, pero esas cosas se saben y si ahora que te lo he contado me quedara tu vida quedaría condicionada por mí y mis sentimientos. Lo que quiero es que vivas tu vida y seas feliz, lo más feliz que puedas y si para ello yo tengo que irme pues lo haré. No hay marcha atrás.

Una lágrima se derramaba por la mejilla de Alex, Cris le acunó la cara entre sus manos y le dijo:

-No es lo mejor. Deja de decir tonterías.
Cris se acercó lentamente a Alex y besó sus labios muy tímidamente. Lo hizo inconscientemente, pero se dio cuenta de que realmente quería hacerlo.


CONTINUARÁ…

Fdo: GOAT